La selección belga vive su primera crisis en la era de Dominic Tedesco en el banquillo, después de que el guardameta Thibaut Courtois abandonara la concentración al saber que, ante la ausencia por lesión de Kevin de Bruyne, el capitán no sería él sino el delantero Romelu Lukaku.
“Estamos decepcionados por su reacción”, declaró a la radiotelevisión pública RTBF el atacante Yannick Carrasco.
Courtois no se presentó el domingo por la noche en el hotel de concentración del combinado belga y no viajó a Tallin para el duelo con Estonia del pasado martes, aparentemente ofendido porque el capitán contra Austria había sido Lukaku, con 108 convocatorias como internacional, por 102 del portero del Real Madrid. Su puesto en la portería en Tallin fue ocupado por el arquero del Estrasburgo, Matz Sels.
Carrasco, extremo del Atlético de Madrid y que heredó el brazalete de Lukaku cuando el delantero fue sustituido en el minuto 69, criticó la actitud de Courtois. “Es parte del equipo, es uno de los tres capitanes. Un brazalete es sólo un detalle. Tienes que demostrar que eres un líder y un capitán con tu personalidad. Él eligió irse. Si tenía molestias o no, no lo sabemos. Pero uno de los motivos de su marcha también fue el brazalete”, incidió Carrasco.
El futbolista explicó que el equipo había mantenido una reunión sobre el asunto con el seleccionador, pero aún no habían tenido ocasión de hablar con Corutois, quien por su parte ha asegurado en redes sociales que su decisión se debió a que tenía problemas físicos y ha criticado a Tedesco por airear el problema.
La prensa belga ha cargado contra el meta, en ocasiones reclamando sanciones y en otra simplemente una disculpa. Het Laatste Nieuws dice que lsu actitud “es inaceptable, prueba de un ego inflado”. Según Nieuwsblad, la Federación quiere hacer todo lo posible por solucionar el problema, pero antes exige una disculpa de Courtois.
