El Atlético de Madrid hizo la ‘hombrada’ del año al eliminar al campeón de la Champions tras resistir a un torbellino casi durante todo el partido.
Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid optaba por sacar de titular a Diego Costa en detrimento del tocado Álvaro Morata, aunque finalmente el hispano brasileño era sustituido en el minuto 56 por Marcos Llorente.
El Atlético aguantaba un ‘chaparrón’ desde el principio con un rival volcado para darle la vuelta a la eliminatoria, a la que se llegaba con el 1-0 de la ida cosechado en la ida en el Wanda Metropolitano.
El Liverpool igualaba la doble contienda de octavos de final de la Liga de Campeones justo antes de llegar al descanso gracias a un tanto de Georginio Wijnaldum de cabeza.
El holandés aprovechaba un centro de Alex Oxlade-Chamberlain para adelantar al Liverpool y poner el 1-1 en el global a los 43 minutos de partido.
Diego Costa tuvo la más clara para el Atlético en el primer minuto de juego con un remate desviado a la izquierda de Adrián San Miguel pero, poco a poco, el equipo colchonero se fue diluyendo hasta llegar al descanso.
Acoso y derribo
La segunda parte comenzó con el equipo ‘rojo’ volvado en la meta de Oblak, que respondió con buenas acciones a las llegadas del conjunto inglés.
Le costaba muchísimo a los españoles salir de la presión del Liverpool, que llegaba con peligro una y otra vez.
El Atlético, no obstante, sobrevivió a los 90 minutos e incluso pudo llevarse la victoria en el último minuto pero un gol de cabeza de Saúl era anulado por fuera de juego, con lo que se llegaba a la prórroga.
El choque se reanudaba en el tiempo de prolongación con un verdadero mazazo para las huestes de Simeone, ya que Firmino marcaba en el minuto 93 y ponía en ventaja a los ‘reds’ mientras Anfield se desgañitaba apoyando a los suyos.
Sin embargo Llorente, tras aprovechar los atléticos un fallo en un despeje del meta local, ponía el 2-1 que daba esperanza a los rojiblancos, ayer de negro. Al final de la primera parte de la prórroga repetía el punta, sentenciando el encuentro y el pase. A partir de ahí el Atlético aguantó como un jabato y sentenció con el 2-3 de Morata al campeón europeo.
