Martín López Álvarez fue coordinador CS Desarrollo Aplicaciones Multiplataforma hasta el 2021 y es profesor de matemáticas desde hace casi 15 años, todo ello en el CPR Plurilingüe Liceo de la Paz. Actualmente y, desde hace dos años, es también el director del centro que cuenta con 150 profesores y 2.100 alumnos, que cursan, desde Educación Infantil hasta Bachillerato, así como Formación Profesional o Títulos Superiores.

Entrar de director en plena pandemia, ¿eso te obliga a llegar, reinventarte, reinventar el colegio y seguir funcionando? 
Realmente llevo 23 años de trabajador del centro, pero justo en la pandemia me tocó ser director. Yo ya estaba con el anterior director apoyando en el equipo directivo, ayudaba con temas de horarios y eso. Y ahí en la pandemia la empresa decidió cambiar y sí que fue como un aprendizaje muy brutal porque todos sabemos lo que implicó la pandemia, sobre todo a nivel de centros escolares y había que estar a la altura. Creo que todos los centros lo estuvimos, pero fue un momento muy complicado, con mucho trabajo y tensión, pero lo sacamos adelante.

¿Eso también os ha servido para implementar muchas formas de enseñar? 
Hemos aprendido muchas cosas, incluso hemos organizado el colegio de cosas que hacíamos de otras maneras, pero en la pandemia un poco por la normativa de entradas escalonadas, de separar a los niños… hemos visto que funcionaban bien y hemos adaptado un poco los horarios para seguir con esas entradas.

El Liceo es un referente de la enseñanza, en A Coruña, el colegio lleva muchísimos años trabajando, sacando alumnos adelante, es un histórico ya. ¿Para ti es un orgullo estar al frente? 
Para mí es un orgullo. Al no ser de A Coruña, yo cuando terminé mi carrera de Ingeniería Informática y contesté a la oferta de trabajo que era para dar clases en ciclos formativos ya decías: bueno, Liceo La Paz. Yo había jugado el torneo Liceo La Paz, estando en Monforte, como casi todos los colegios de Galicia que participaban. Yo conocía el Liceo La Paz por las actividades como el hockey, no por su nivel institucional de educación. Pero una vez que me incorporé a él, vi lo grande que éramos, que habíamos sido pioneros en la enseñanza informática. Supe que me había metido en un centro muy grande y me gustaba. Han confiado en mí para dar clases y he ido evolucionando. He pasado de los ciclos formativos, luego pasé a lo que es el bachillerato, a la ESO, y bueno, confiaron en mí para estar en el equipo directivo anterior y ahora para ser el director.

¿Toda una vida laboral en el centro entonces? 
Digamos que yo he crecido dentro de esta empresa. Yo quería ser profesor, es una cosa que yo había pensado siempre. Me dieron la oportunidad y he crecido profesionalmente. He pasado por las diferentes etapas que me permite mi titulación y ahora lo dirijo. Yo solo es imposible, esto es muy grande y necesito los colaboradores, la verdad es que el personal siempre apoya y estamos todos involucrados, pero estoy muy satisfecho, muy agradecido.

Un colegio con 1.600 alumnos es un vivero, pero también aquí lo que es el claustro de profesores, ¿se distingue por la excelencia, no? 
Siempre que se busca contratar a alguien, se busca que el curriculum sea lo más excepcional posible para las necesidades del puesto. Cuando yo empecé a trabajar, en el momento aquel necesitaban un ingeniero informático, alguien que pudiera dar los ciclos formativos de informática, pero, una vez que me he metido, he visto que cuando necesitas un filólogo o un matemático hay que buscar esas titulaciones, hacer posible las idóneas para que impartan las clases. Y luego se puso de moda el plurilingüismo, entonces el profesorado ya debía tener formación de inglés. Y aquí se ha buscado siempre de los candidatos el que tuviera la mejor formación posible, porque nunca sabías. Entonces si tienes al profesorado preparado para impartir ese plurilingüismo, pues te da igual qué asignatura sea. Entonces eso es algo que se mira en los currículos, en la selección de personal, a través de entrevistas.

¿El crecimiento del colegio ha sido tremendo en los últimos años en instalaciones y en materias? 
Hemos crecido mucho. Cuando yo empecé había menos familias de formación profesional, pero han ido creciendo y ya tenemos 17 ciclos formativos, la educación infantil, la primaria, la secundaria y hemos metido la escuela de idiomas, el conservatorio, las actividades extraescolares que desde el principio fueron pioneras, pero ahora tenemos muchísimas más, deportivas y culturales. Y no nos olvidamos de la piscina, que poder aprender a nadar en el propio centro en el que estudias es un lujo.

¿En el Liceo lo tienen todo? 
Las familias aquí tienen acceso a todo lo que pueden querer. Un padre que diga: mi hijo quiero que aprenda idiomas, que toque un instrumento, tiene que aprender a nadar porque estamos en una ciudad con mar, tiene que estudiar evidentemente, y dices, ostras, pero es que en el Liceo está todo, y en el mismo sitio. No tienen que andarlos llevando y pensando si es martes, lo tengo que llevar allí y tal. Lo tenemos todo aquí. Para facilitar la conciliación, el comedor, con cocina propia que se come muy bien, yo como aquí todos los días. Esto es espectacular.

¿Estamos en un tiempo en el que tenéis que adelantaros todavía más? 
Aquí, ya desde el inicio los dueños del colegio pensaron que la informática iba a ser el futuro. Cuando no se sabía mucho de la informática ellos ya empezaron a apostar por ese tipo de formación profesional. Sí que es verdad que, ya lo dicen los estudios, los alumnos que están estudiando ahora van a trabajar cuando acaben la carrera, estamos hablando de 5 o 10 años, en profesiones que hoy no conocemos. Y es que es imparable. Por ejemplo, con la inteligencia artificial, y aquí en A Coruña tenemos la suerte de que nos han elegido como sede de la Agencia de la Inteligencia Artificial. La ciudad de las TIC está germinando. Vamos a tener en ese futuro unas profesiones de las que no conocemos y nosotros estamos fomentando esa formación técnica. Hemos impulsado, hemos añadido dos horas de matemáticas en la ESO y dos horas de inglés a mayores.

El deporte escolar, que siempre se ha cuidado, es fundamental, que las niñas y los niños practiquen tienen siempre un plus en todos los aspectos por eso también lo cuidáis mucho. Por lo tanto, ¿estaréis de acuerdo si se consigue otra hora más de educación física? 
Mira, te voy a decir. Yo hacía baloncesto, he jugado baloncesto toda mi vida y sigo entrenando baloncesto aquí en actividades extraescolares a pesar de ser el director. Esto me sirve de válvula de escape, ya que cuando estás con los niños piensas en el baloncesto y no en otras preocupaciones. La hora a mayores de educación física apostaríamos por ella, por supuesto. El año pasado, la ley nueva, en primero de bachillerato añadió una nueva hora de educación física Y evidentemente la hemos impuesto. Pero es que en segundo de bachillerato, que va a empezar el año que viene con la LOE, la asignatura de dobles posiciones del centro en el Liceo vamos a ponerla de deporte, educación en salud y actividad física. No es exactamente hacer todo el rato deporte, pero creo que va a ayudar a los niños a bajarles el nivel de estrés que tienen por la selectividad. Espero que sea un éxito porque es una asignatura que tienen que elegir los niños voluntariamente y me gustaría que, si nos vemos para el curso que viene, pueda decir: oye mira, de los 80 niños que tengo en bachillerato la han elegido 76.

¿De qué proyectos te sientes más orgulloso? ¿Y qué proyectos tienes por delante?  
Me siento muy orgulloso de la institución en la que estoy y de intentar que, por lo menos mientras esté yo en ella, que siga siendo referencia. Mantener lo que ya se hacía bien, que todo es mejorable, por supuesto, e intentar mejorar aquellas cosas que tengamos la posibilidad. Seguir apostando por el deporte, desde luego, es una de ellas. A nivel educativo, más excelencia de los alumnos,. Hemos apostado por el inglés y ahora estamos apostando por las matemáticas y las nuevas tecnologías.

¿Algún proyecto nuevo? 
Ahora están los proyectos de Erasmus en la ESO y Bachillerato. En ciclos formativos ya lo tenemos. Ya tenemos la posibilidad de que nuestros alumnos vayan a hacer las prácticas al extranjero. Creo que es súper importante.

Este colegio no se entendería sin el deporte

¿También habéis sido siempre pioneros en el mundo del deporte? 
No se entendería el Liceo sin el deporte. Se ha cuidado desde que nació el colegio. Los dueños del colegio pensaron que, aparte de la educación en ideas y en formación académica, el deporte iba a ser muy importante para los niños. Tenían que ser activos, tenían que ser sociales, tenían que probar diferentes cosas.

¿El equipo de hockey fue una apuesta nueva y diferente? 
Es verdad que se creó aquí el club de hockey. Fue una apuesta innovadora porque el hockey ya es anterior, muy anterior a mí. Pero entiendo que está focalizado en Cataluña y aquí surgieron, de aquel entonces, estando muy fuerte, el Dominicos y el Liceo de la Paz. Entonces, pues te sonaba, estando en Galicia, dos equipos de hockey. Pero luego cuando llegué aquí ya solo quedaba el Liceo. Y sabemos todo lo que es, los títulos se están ganando y lo que está ahí. Pero es que a mayores tenemos el fútbol, el baloncesto, el balonmano, el voleibol; también aprovechando que teníamos la piscina, equipo de natación. Aquí se pueden hacer cantidad de deportes. Los niños cuando son pequeños prueban todos a ver cuál les gusta, cuál no les gusta, vamos aportando cosas nuevas.

¿Qué tenéis nuevo actualmente? 
Este año hemos empezado con el atletismo, también hemos metido el arbitraje, en su día con el de fútbol y este año con el de baloncesto, y los niños ya están empezando a arbitrar en competición los fines de semana desde hace un mes. Al final el arbitraje también es muy importante, no es solo el competir, porque eso está muy bien, y los valores de equipo que haces. Nosotros vamos a estar pensando siempre en las innovaciones que podamos.