La Junta de Accionistas del Deportivo, presentada por Fernando Vidal como “muy importante en estos momentos” y para el “futuro del club”, salió adelante para el Consejo, pues se respaldaron las tres ampliaciones de capital.
Asimismo, Abanca, se convirtió en el máximo acreedor del club y desde el martes, también en el principal accionista. No obstante, el dirigente blanquiazul quiso dejar claro durante su comparecencia posterior ante los medios que la entidad financiera no intercedirá en los asuntos que atañan al club.
“Nosotros (refiriéndose al Consejo) vamos a decidir siempre. Soy una persona que habla claro, y él (Escotet) también. La independencia del Consejo es total y Abanca nos puede ayudar porque tiene mucha experiencia en reflotar empresas”, indicó.
Dejó abierta, sin embargo, la posibilidad de que pueda entrar un nuevo consejero de la entidad, ante el cese de Miguel Otero, tras el punto del día no previsto, pero que se incluyó en la Asamblea del martes.
“Es un socio mayoritario y nosotros como una empresa participada para ellos. Es normal que propongan a una persona en el Consejo. Van a colaborar con el club a tope”, comentó.
Tranquilidad
Vidal quiso mandar así un mensaje de tranquilidad ante los muchos accionistas que el martes subieron al estrado y manifestando su preocupación al entender que el Deportivo dejaba a ser un poco de todos para pasar a pertenecer mayoritariamente a un único accionista.
Algunos incluso pronosticaban que la idea de Abanca pasa por terminar vendiendo el club al mejor postor. Otros, como el exasesor jurídico del club en la época de Lendoiro, Germán Rodríguez Conchado, se mostraron muy duro en el turno de ruegos y preguntas: “Nos han robado el club”.
Tiranteces
Uno de los momentos más tensos de la Asamblea se produjo durante la comparecencia del ya exconsejero Miguel Otero, que subió al púlpito para denunciar irregularidades en las cuentas (algo que ya había adelantado en este diario recientemente).
Asimismo, denunció la “existencia de una libreta paralela de anotaciones por 4.247.000 no reflejados en la tesorería”. Acusaciones muy graves que fueron respondidas tanto por el Secretario del Consejo, Juan Antonio Armenteros, como por el propio Vidal.
Este remarcó que el club contrató a un auditor y a un abogado externos y que “sus informes fueron concluyentes” en el sentido de que no había “ningún tipo de irregularidad”.
Por su parte, Vidal desmintió a Otero, asegurando que carecía de “razón” en lo tocante a la “interpretación de las cuentas” y tiró de retranca al añadir. “Se pidió a un experto que hiciese una auditoría pericial y, por desgracia para el Depor, las cuentas están correctas. Ya me gustaría a mí deber menos dinero", declaró el dirigente herculino.
