Los seguidores del Deportivo que salieron desde A Coruña con destino a Lugo se subieron al autocar cargados de ilusión. Un centenar de hinchas y alrededor de 600 incondicionales blanquiazules en las gradas y 42 peñas representadas.
Pero antes del encuentro, las aficiones de ambas escuadras se hermanaban en una previa a partir de las 12.30 horas. Fue en el bar del Pazo de Feiras e Congresos de la urbe lucense. Una fiesta con comida y bebida, amenizada con música, para vivir las horas anteriores al encuentro dejando de lado una rivalidad que solo tenía que trasladarse al verde.
Fue desconvocada, sin embargo, por parte de ambas federaciones, la protesta prevista para las 17 horas por el alto precio de las entradas.
Durante los noventa minutos los aficionados herculinos se hicieron escuchar en las gradas del Anxo Carro, aunque para su desgracia no pudieron ver a su equipo alzarse con los tres puntos,
El 0-0 final no respondió a las expectativas de los deportivistas desplazados, que siguen viendo que su club se distancia cada día más de la zona de permanencia.
Dos de los capitanes blanquiazules como Álex Bergantiños y Dani Giménez quisieron agradecer el respaldo incondicional de la hinchada blanquiazul regalando sus respectivas zamarras tras el pitido final de López Toca.
El viaje de vuelta para los hinchas coruñeses resultó amargo, como la temporada del equipo en sí misma.