El deportivismo sigue siendo de largo el estamento del club más a la altura en las últimas temporadas; los datos de asistencia en el fútbol profesional estatal no hacen sino corroborar la pasión con la que la afición del club de la Plaza de Pontevedra vive el día a día de su equipo.
El pasado fin de semana el estadio de Riazor certificó una asistencia de 25.963 aficionados, unos guarismos que lo convirtieron en el feudo de la Liga SmartBank más concurrido y en el séptimo con mejor afluencia entre Primera y Segunda División, según datos de @vintage_stats.
Aunque no hubo lleno debido a la ausencia de abonados del club se colgó el cartel de ‘no hay billetes’ para la disputa de una nueva edición de ‘O noso derbi’ frente a un Lugo que también aportó cerca de un millar de incondicionales.
El coliseo herculino asombró a los seguidores de la categoría de plata desde los prolegómenos del duelo de rivalidad gallega, con un espectacular mosaico con los colores blanco y azul del club, de gran vistosidad.
En la segunda parte de la presente temporada, coincidiendo con la llegada de Fernando Vázquez al banquillo coruñés, con una reacción inusitada y una campaña de entradas a precios reducidos, Riazor recuperó su mejor versión. Hasta el final del campeonato de la regularidad el respaldo incondicional de la hinchada del Deportivo se antoja imprescindible para lograr el objetivo de mantenerse en la categoría de plata.
Como no podía ser de otra forma, el encuentro que aportó un mayor contingente de ‘fans’ fue el clásico entre Madrid y Barcelona en el Santiago Bernabéu, con un total de 78.357 asistentes.
