Se cansa de repetir que no es un mago, pero Fernando Vázquez parece (incluso físicamente) el ‘Harry Potter’ de los banquillos, el prestidigitador que por segunda vez en su carrera está consiguiendo reanimar al Deportivo y a su incansabld afición.
El equipo coruñés recurrió a él por primera vez en 2013, con el club en problemas económicos y colista en Primera división con 16 puntos en 23 jornadas ligueras.
Aquella llamada de emergencia a Vázquez surtió efecto y el Deportivo logró salir de las posiciones de descenso. Llegó a la última jornada dependiendo de sí mismo para salvarse, pero en ese partido decisivo falló y se fue a Segunda división.
En la categoría de plata, continuó al frente del banquillo, con el club en concurso de acreedores e incluso con la amenaza de desaparecer.
El técnico logró conducir a aquel equipo a Primera con cambio de presidente incluido en la campaña 2013-14 y fue despedido días antes de iniciar la pretemporada y sin tener en cuenta el apoyo mayoritario con el que contaba en la hinchada blanquiazul.
Tras el paso de diez entrenadores por el banquillo herculino, el último Luis César Sampedro, el teléfono rojo sonó con el Deportivo colista de Segunda división y con la llegada del equipo del empresario Fernando Vidal (era consejero y responsable del área deportiva cuando el técnico fue destituido en 2014) al Consejo de Administración. Y ha vuelto a funcionar porque Vázquez ha conseguido unir de nuevo a la hinchada y reanimar al equipo, que está sacando la cabeza y ya se encuentra a un solo punto de la permanencia, tras su victoria ante el Cádiz.
