La continuidad de Quique González en el Deportivo se complica, a pesar de que el delantero vallisoletano tiene contrato hasta junio de 2022.
La entidad blanquiazul debe hacer frente en la temporada 2019-20 a 1,4 millones de euros entre los 900.000 de la ficha del futbolista y los 500.000 que debe abonar al Osasuna en concepto del segundo pago por el fichaje que llevó a cabo el pasado verano.
Una cantidad muy elevada si tenemos en cuenta la importante reducción que sufrirá el presupuesto del conjunto coruñés con respecto a la campaña anterior.
El presupuesto del club se verá reducido de 36 millones a unos 25, mientras que el límite salarial de la plantilla, que en la Liga 2018-19 fue de 18,5 millones de euros, rondará los once en la nueva aventura en Segunda División.
La buena campaña que ha cuajado Quique González, máximo goleador de la escuadra herculina con 17 goles, ha llamado la atención de otros clubes, que, una vez que el Depor no ha conseguido el ascenso a Primera División, podrían intentar llevarse al punta.
Entre estos pretendientes se encuentra el Valladolid, equipo de la ciudad natal del atacante deportivista y conjunto en el que se formó.
Pretendiente
El director deportivo del club pucelano, Miguel Ángel Gómez, reconoció ayer que el jugador de 29 años cumple el perfil que busca el club castellano para reforzar su ataque de cara al próximo curso.
El Pucela quiere fichar un delantero y la prensa preguntó ayer a Gómez por el artillero del Deportivo y por Enric Gallego, futbolista del Huesca que también ha sonado.
Cuando se le cuestionó si el hecho de que Quique haya nacido en Valladolid podría decantar la balanza a su favor, dijo: “Primero tiene que ser lo deportivo y una vez que tienes claro que cumplen el perfil, y ellos lo cumplen, habrá connotaciones, desde lo que puede aportar hasta los detalles económicos. Pero son jugadores muy interesantes”.
