El ambiente en Riazor este domingo fue muy diferente al de otras tardes de fútbol. Mientras el Elche celebraba su regreso a Primera División con un juego contundente, en A Coruña la jornada se convirtió en un duro trago para el deportivismo. El Dépor, ya sin objetivos deportivos, ofreció una imagen desdibujada en el cierre de la temporada y eso desató la frustración de una afición que aprovechó para expresar su desencanto, tanto con el equipo como con la gestión deportiva del club.
Riazor había aguantado con paciencia el mal inicio de su equipo en el último partido de la temporada. El tempranero 0-1 en el minuto 4 encendió una primera chispa, pero no fue hasta el 0-3, en el 31, cuando el estadio rompió en cánticos de desaprobación. Primero se escuchó un “¡Directiva dimisión!”, seguido poco después por un mensaje más directo y acompañado: “¡Soriano, vete ya!”, que se repetiría a lo largo de la segunda mitad, señalando directamente al máximo responsable de la parcela deportiva del club.
En este contexto, uno de los episodios más llamativos se produjo en el palco. Fernando Soriano, director de fútbol del club herculino, abandonó su asiento al descanso del encuentro, lo hizo de forma habitual como elresto de los presentes y mientras conversaba con José Antonio Santiso, alcalde de Abegondo. Con el inicio de la segunda mitad ocurrió la imagen que más está dando que hablar en la afición deportivista, Soriano no volvió a ocupar su asiento en el palco presidencial y se ausentó durante el resto del partido en la zona noble.
El club asegura que es habitual que Fernando Soriano no acuda al palco de autoridades en las segundas partes de los partidos, ya que prefiere aislarse y terminar de ver los encuentros desde el interior del estadio. En el partido contra el Elche y, a pesar de que todos los focos estaban puestos en su figura, el Director de fútbol no rompió su rutina y dejó su asiento vacío.
Las protestas de la afición deportivista contrastan con las declaraciones realizadas hace apenas un par de semanas en la Cadena SER por el director general del club, Massimo Benassi, quien salió en defensa de Soriano y confirmó su continuidad de cara al curso 2025/26. “Su puesto nunca se puso en duda. La primera temporada se ascendió, que era el objetivo, y este año se quería asentar a jugadores en una categoría donde nunca habían jugado”, afirmó entonces el dirigente. “La temporada ha sido muy buena. Los primeros equipos han mantenido la categoría, el Fabril juega play-off, el Juvenil está en la Final Four, el Dépor Abanca B ascendió... No compartimos que haya sido una mala temporada”.
Sin embargo, más allá del respaldo institucional, lo vivido este fin de semana en Riazor evidencia que el crédito de Soriano ante la afición se ha resentido. La temporada finalizó con una sonora pitada en el descanso hacia la imagen del equipo, cánticos en contra del director de fútbol, y un ambiente enrarecido que marca el inicio de un verano clave para recuperar la ilusión de un club que, como siempre, sigue contando con el termómetro de su grada.