La eliminación del Real Murcia de Raúl Alcaina y Davo a manos del Nàstic de Tarragona en las semifinales del playoff de ascenso a Segunda División escenifica lo que ha representado la temporada 2024-25 para la mayoría de los cedidos del Deportivo, que se quedaron sin saborear el éxito colectivo, puesto que sus respectivos equipos de destino no alcanzaron el objetivo fijado a principio de curso.
El éxodo en busca de minutos afectó a diez futbolistas blanquiazules. Once, si contamos a Diego Gómez, que completó la primera parte de la campaña en el Arenteiro, pero su regreso al club coruñés en enero le ha llevado a finalizar con la escuadra de Óscar Gilsanz. De esos deportivistas que tuvieron que emigrar para tener más oportunidades en el campo, solo Luis Chacón y Iano Simão lograron la meta que se habían marcado sus respectivas escuadras. Además, ambos han sido protagonistas en sus equipos.
El mediapunta de Pontedeume y el lateral zurdo de Guinea-Bisáu representan la cara de la moneda. Además de haber aprovechado su cesión para haberse rodado con mucha presencia en el terreno de juego, alcanzaron el éxito a nivel colectivo.
Chacón ha vivido una campaña de ensueño en la Cultural Leonesa, con el retorno del conjunto leonés a Segunda División siete años después. El mediapunta ha sido uno de los líderes del ataque del conjunto de Raúl Llona con 12 goles —segundo máximo artillero— y cinco asistencias. El eumés, que retornará al Dépor de cara al curso 2025-26, fue clave en que la ‘Cultu’ se proclamara campeona del Grupo 1 de la Primera RFEF y certificara el ascenso directo.
Un objetivo más modesto en su hoja de ruta tenía el Arenteiro, donde Iano Simão ha sido uno de los referentes de la línea defensiva. El lateral izquierdo lo jugó prácticamente todo desde su llegada. Ha cerrado la temporada con 33 partidos —todos como titular— y fue el cuarto futbolista del equipo de O Carballiño en cuanto a minutos con 2.780.
El Arenteiro peleaba por asegurarse su tercera temporada consecutiva en la Primera RFEF y aunque hasta la vigesimosexta jornada aguantó en la quinta plaza —la última del playoff de ascenso—, terminó sufriendo y certificando la salvación en la última jornada. Aun así, consiguió la meta que se marcó el pasado verano.
Los otros ocho cedidos por el Deportivo vieron cómo sus escuadras de destino se quedaron por debajo de los objetivos marcados.
Quienes lo tuvieron más cerca fueron Davo y Raúl Alcaina con el Real Murcia. Acabaron segundos del Grupo 2, lo que les permitió disputar el playoff de ascenso a Segunda División, pero el Nàstic acabó con el sueño pimentonero en las semifinales, tras el 1-1 en Tarragona y el 0-1 en el estadio Enrique Roca. Al Murcia le valía el empate para acceder a la final, pero ni el apoyo de sus 31.012 aficionados les permitió evitar la eliminación, una debacle para la entidad, teniendo en cuenta que se habían marcado el objetivo del ascenso.
Alcaina llegó al equipo de Fran Fernández el pasado verano y fue alternando titularidades y suplencias. Davo recaló en el mercado de invierno y fue de más a menos. De hecho, en la vuelta de la semifinal del playoff ni fue convocado. 26 partidos de Liga y los dos de la promoción disputó el valenciano, por 15 de Primera RFEF y uno del playoff del asturiano.
Tampoco funcionó el proyecto del Marbella, en el que militaban otros dos deportivistas, Eric Puerto y Pablo Muñoz. El cuadro marbellí aspiraba a meterse en la pelea por el playoff de ascenso y evitó el descenso a Segunda RFEF por muy poco. Acabó en el puesto 15 del Grupo 2, una plaza por encima de la pérdida de categoría, con tres puntos de margen. Puerto fue el portero titular durante la segunda vuelta y jugó 15 partidos de liga, mientras que el mediapunta perdió protagonismo a medida que avanzó el curso. Jugó 24 encuentros, 13 como titular.
Otro que temió con el descenso a Segunda RFEF fue el Lugo, donde estuvo cedido Martín Ochoa. El atacante riojano jugó 28 partidos, 13 desde el inicio y marcó un gol en un equipo que inició el curso con la intención de pelear por el ascenso a Segunda y evitó caer a la cuarta categoría por un solo punto.
Quien sí descendió a la Segunda RFEF fue Rubén López con el Barça Atlètic. El centrocampista fue un habitual en el once durante las primeras 31 jornadas, pero a partir de ahí no jugó más como titular. Disputó 35 encuentros, 25 de inicio, firmó dos goles y dos asistencias.
Tampoco le fueron bien las cosas a los dos deportivistas cedidos en Segunda RFEF.
El guardameta Brais Suárez sufrió el descenso a la Tercera RFEF con el Calahorra. Alternó titularidades con suplencias, jugó 20 partidos, 19 formando en el once inicial.
La UD Logroñés fracasó por segunda campaña consecutiva en su intentó de regresar a la Primera RFEF. Pero esta vez ni siquiera consiguió disputar el playoff de ascenso. Mario Nájera no tuvo un papel fácil. Fue de más a menos y jugó 18 encuentros, aunque solo fue titular en media docena y marcó tres dianas.