Después de haber perdido la categoría el pasado curso, la SD Ponferradina parte sin duda como uno de los principales favoritos a recuperar su lugar en el fútbol profesional.
Los bercianos han configurado una escuadra potente para hacer olvidar un año de pesadilla como el 22-23, en el que prácticamente nunca pudieron mantenerse fuera de la zona de descenso.
Capitaneado por un entrenador con oficio como Iñigo Vélez —que la pasada campaña no pudo ejercer el milagro de la salvación del CD Lugo—, la ‘Ponfe’ ha invertido en jugadores para estar en la zona noble del grupo I de Primera RFEF.
Jugadores del talento del mediocentro Pol Llonch, del delantero del veterano Álvaro Vázquez o del atacante gallego Brais Abelenda representan la profunda renovación de un plantel que ha tenido también que desprenderse de hombres importantes en la tercera división del fútbol estatal.
No en vano, no han podido continuar futbolistas del calado de Paris Adot —ahora en las filas del RC Deportivo de La Coruña—, Moi Delgado, Naranjo, Erik Morán o Agus Medina.
La ‘Ponfe’ se ha visto obligada a tener que reconfigurar su presupuesto con la pérdida de categoría; no en vano, de los más de 10 millones de euros con los que contaba la pasada campaña 22-23, este conjunto pasará a algo menos de cuatro millones en Primera RFEF; una diferencia sustancial que derivará en recortes drásticos a todos los niveles para los blanquiazules.
Con una de las aficiones más fieles de la categoría, la Ponferradina dispone un año más —y ya van quince consecutivos— de su mayor estandarte en su era moderna, el delantero brasileño Yuri de Souza.
A pesar de contar con 41 años de edad y de haber pasado por varias lesiones de espalda que han mermado su rendimiento, el pasado ejercicio fue de nuevo el máximo anotador de su plantel, con nueve dianas; en una división como la tercera del fútbol estatal a buen seguro que marcará la diferencia con su oficio y demoledora pegada, tanto con los pies como de cabeza.
Este ariete posee una dilatadísima experiencia, tanto en Segunda División como en Segunda B, por lo que será uno de los argumentos a tener en cuenta de los bercianos para aspirar al ascenso.
El nuevo entrenador Iñigo Vélez tendrá la responsabilidad de hacer soñar de nuevo a su plantilla profesional y a un entorno que ha visto diezmada su moral después de un descenso inesperado a inicios de campaña.
La incapacidad exhibida por el míster vasco para revivir a un CD Lugo al que llegó con el agua al cuello debe transformarse en esperanza para iniciar la campaña 23-24 con buen pie, luchando entre la oligarquía del grupo I de Primera Federación.
El RC Deportivo ha caído este verano ante la Ponferradina por 2-0 en un amistoso disputado el pasado martes 15 de agosto; un envite en el que los propietarios de El Toralín fueron netamente superiores a un Depor sin ritmo y con numerosos experimentos tácticos por parte de su entrenador, Imanol Idiakez.
Para la grada deportivista el desplazamiento a tierras bercianas supondrá una auténtica fiesta el fin de semana del próximo 15 de octubre, siempre en función del número de entradas disponibles para la hinchada visitante.
Una fecha que numerosos incondicionales tienen marcada en el calendario debido a la cercanía entre ambas ciudades y a la buena relación mantenida entre aficiones.
La primera piedra de toque para los bercianos este curso será el Celta B, en partido programado para el domingo 27 a las 21.30 horas en El Toralín.