Una temporada después de haber celebrado su centenario sin poder aspirar al ascenso a Segunda División —finalizó décimo en la tabla—, la Cultural Leonesa arranca con otro ambicioso proyecto para regresar cuanto antes al fútbol profesional.
Los leoneses disponen de un presupuesto de alrededor de 3 millones de euros, de la zona media de los 40 clubes que integran la Primera Federación, si bien la ambición de la entidad del Reino de León les hace soñar con una Segunda División en la que ya han militado recientemente, concretamente en la campaña 17-18.
La escuadra que dirige esta temporada un entrenador experimentado como el riojano Raúl Llona ha realizado un gran esfuerzo para dotar a su plantilla de hombres de calidad; no en vano, han incorporado a un total de 17 caras nuevas para el próximo curso 23-24.
Entre las contrataciones más destacadas de los culturalistas destacan dos expertos conocedores del fútbol gallego y del RC Deportivo de La Coruña, Quique Fornos y Bicho.
El veterano central fue una de las piezas claves en el engranaje defensivo del Racing de Ferrol con el que Cristóbal Parralo ha logrado el ascenso a la categoría de plata. De manera incomprensible, los de la ciudad departamental no han contado con este experimentado zaguero, que ha tenido que hacer las maletas.
Por su parte, Javier Fernández Abruñedo, ‘Bicho’, tendrá una nueva oportunidad para sacar a relucir su talento en el tercer escalón del fútbol estatal; después de su periplo sureño por el San Fernando, ha encontrado acomodo en uno de los cuadros con aspiraciones de Primera RFEF, en donde volverá a medirse a su club de formación, el Depor.
La Cultural, en cambio, ha tenido que desprenderse de futbolistas importantes en sus esquemas del pasado ejercicio 22-23.
En efecto, el goleador ruso Obolskiy —verdugo deportivista en el Reino de León— ha recibido una excelente propuesta por parte del Ibiza que no ha dejado pasar.
Un exdeportivista como el central Pablo Trigueros también ha cambiado de rumbo, emprendiendo una nueva aventura en el Nàstic de Tarragona, también adversario de los leoneses y los herculinos en la liga.
Después de una pretemporada en la que ha estado a la altura de la exigencia, arrancará el curso con ilusión para asentarse en la zona alta de la clasificación.
Hasta el momento, la masa social de la ‘Cultu’ ha respondido con fuerza a la llamada de su escuadra, con más de 4.000 abonados que han renovado sus votos por una formación que el pasado año no pudo pasar de la zona media de la clasificación.
A lo largo del presente verano ha conseguido retener a uno de los jugadores más prometedores de su cantera, el central de 20 años Rodri Suárez, pretendido por varios equipos de Primera División y que ha renovado con los del Reino hasta junio de 2026.
A buen seguro que asomará la cabeza en la competición de Primera Federación, intentando ayudar a su equipo a encaramarse a los primeros puestos de la tabla.
El desplazamiento a León es uno de los que más interés ha despertado en las últimas campañas en un deportivismo muy viajero que ha visto cómo el calendario ha deparado un enfrentamiento a domicilio ante la Cultural el fin de semana del 13 de enero.
Unas fechas a priori complicadas tras las fiestas navideñas y de frío invernal que no serán obstáculo para que centenares de adeptos deportivistas hagan las maletas para recorrer los poco más de 300 kilómetros entre A Coruña y León para animar a los colores blanquiazules.
