La lluvia marcó el regreso del Deportivo a los entrenamientos tras el importante triunfo del pasado domingo frente al Talavera que consolidó a los blanquiazules en el liderato del Grupo 1, con seis puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, el Racing de Santander.
El técnico de la escuadra coruñesa, Borja Jiménez, dividió a sus futbolistas en dos grupos en el entrenamiento matinal que tuvo lugar en la Ciudad Deportiva de Abegondo.
El preparador abulense tuvo a todos sus pupilos a su disposición, pero mientras que los titulares contra el conjunto manchego afrontaron una sesión de recuperación, el resto del grupo se ejercitó a mayor intensidad. De esta forma, los jugadores que formaron de inicio en Riazor el pasado domingo pasaron por el gimnasio y finalizaron con una sesión de masaje y fisioterapia tras los minutos iniciales de carrera continua.
Mayor intensidad
Más exigente fue el entrenamiento para los que actuaron como suplentes contra el Talavera, los que no jugaron el domingo y también para el guardameta Ian Mackay, quien completó una actuación notable en el último duelo liguero, protagonizando varias intervenciones de mucho mérito que permitieron la victoria de los blanquiazules.
Estos últimos disfrutaron de una mañana de entrenamiento que, tras los minutos iniciales de carrera, continuó con un rondo y se completó con un ejercicio de posición, fútbol en espacio reducido y una tarea de finalizaciones a puerta.
El próximo partido del Depor no será hasta el domingo 23 de enero, contra el Dux.
