En apenas siete días el Deportivo pasó de ser abucheado por sus seguidores tras perder el derbi ante el Celta Fortuna en Riazor (0-1) a recibir una ovación más que cálida el pasado domingo en Ponferrada después de arrancar apenas un empate (1-1) en feudo berciano.
Y es que las sensaciones fueron diametralmente opuestas en estas dos últimas apariciones ligueras; en El Toralín los pupilos de Imanol Idiakez fueron capaces de sobreponerse al varapalo de la expulsión de Pablo Martínez en el minuto 10 y a un tanto local obra de Brais Abelenda —en fuera de juego— en el segundo acto para acabar puntuando ante el segundo clasificado del grupo I de Primera RFEF.
Así pues, el Deportivo retomó la confianza en sí mismo en vísperas de un encuentro crucial el próximo sábado frente a otro conjunto en apuros como el Sabadell —también actualmente en puestos de descenso—.
A pesar de las lesiones que arrastran hombres importantes como Ximo Navarro, Balenziaga, Yeremay o Barbero, o de la sanción que le caerá previsiblemente a Pablo Martínez, el cuadro deportivista aspira a reconducir su temporada logrando su segunda victoria del curso —la primera también fue a domicilio, en el Anxo Carro de Lugo—.
Cuestionado por haber alcanzado solamente ocho puntos en el mismo número de jornadas, el entrenador blanquiazul Imanol Idiakez ha salido reforzado también de la última contienda, en la que fue capaz de que su colectivo no decayese incluso con el resultado en contra.
El próximo fin de semana el Depor debe continuar ascendiendo en cuanto a prestaciones para adoptar la rutina de sumar de tres en tres.
