El peso que todos nos quitamos aquel 19 de mayo de 2000
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El peso que todos nos quitamos aquel 19 de mayo de 2000

El peso que todos nos quitamos aquel 19 de mayo de 2000
Los exjugadores Manolete y Ramón Piña intervienen durante el evento celebrado por DXT Campeón | Carlota Blanco

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“Me pasa un poco como al capitán, me parece increíble que hayan pasado 25 años, me parece que fue hoy . Hay días inolvidables en la vida de uno, cuando se casa, cuando tiene hijos, cuando se separa (risas)... pero este día es inolvidable para toda la ciudad y para el deportivismo. Se recordará durante toda la historia y estoy convencido de que se va a repetir”, dice Suso Sueiro, aficionado del Deportivo que se hizo famoso por su celebración del gol de Donato que abrió el triunfo sobre el Espanyol aquel 19 de mayo de 2000. Las cámaras de televisión captaron a este “koruño a dolor y del Dépor de toda la vida”, como él mismo se describe, gritando tras uno de los tantos más importantes de la historia del club. Cómo no, hoy revivió la histórica cita junto a DXT Campeón y recibió el aplauso de los presentes en el salón Arao de Palexco cuando su cara llenó la pantalla de nuevo a los 3 minutos de ese Dépor-Espanyol (2-0).


Moncho Viña, periodista que hizo vibrar al deportivismo en los micrófonos de Radio Nacional de España, recuerda cómo narró aquel encuentro.


“Estaba convencido de que seríamos campeones. No era como el año del penalti de Djukic, que fue toda la semana intranquila, yo ya pensaba que no iba a ser. En el título estaba convencido, encima con el gol de Donato tan pronto… tampoco sentí ese desbordamiento de última hora. Llevaba muy pensado de casa que íbamos a ser campeones”, evoca mientras toma asiento para revisionar el histórico duelo que certificó el título de Liga de la escuadra blanquiazul.

 

Suso Sueiro, aficionado del Deportivo
Suso Sueiro, aficionado cuya imagen en la televisión celebrando el gol de Donato se hizo viral  | Carlota Blanco


Entre los asistentes al evento en Palexco se encuentran jóvenes y niños que no habían nacido aquel 19 de mayo o que eran muy pequeños como para recordar el partido.


“Esa gente que tiene ahora 30 años no vive de esos recuerdos, sino de lo que nosotros le contamos. Todo ese deportivismo viene de esos éxitos y cómo se lo contaron en casa”, espeta el locutor.


Uxío da Pena, exjugador del Fabril y director general del Arenteiro, es uno de esos niños a los que alude Moncho Viña.


“Recuerdo vivirlo como un aficionado más desde Lugo, que todavía no estaba en A Coruña. Pero el mero hecho de poder estar aquí habiendo sido partícipe de este club hace que se sienta mucho más especial”, confiesa el exdelantero, quien sitúa el triunfo contra el Espanyol en Riazor “a la altura de lo de Milan y otros grandes hitos”.

 

“La Liga que nos debían”

Quien sí formó parte de la plantilla durante el curso 1999-00 es Dani Mallo. El portero jugaba en el Fabril, pero estaba en la dinámica de entrenamientos del primer equipo y entró en doce convocatorias.
“Es la Liga que nos debían”, reflexiona el exguardameta, que relata su experiencia ejercitándose con los campeones.


“Para mí fue un sueño poder estar con ellos, como canterano y  jugador del Fabril. Poder subir y entrenar con ellos fue un honor, me trataron como si fuera un hijo y me enseñaron un montón. Aunque no pude jugar, me siento partícipe de ese título”, presume.

 

Dani Mallo, durante el 25 aniversario del 19 de mayo de 2000
el exportero Dani Mallo interviene durante el acto celebrado en el salón Arao de Palexco  | Carlota Blanco


Riazor registró un lleno aquel día. Javier Suárez Brañas, quien ya trabajaba en las taquillas del estadio en aquel momento, explica que “20 días antes se agotaron las entradas para ese partido, así que esa semana estuvimos bastante tranquilos, pero la anterior sí vendimos 4.000 entradas para Santander”, donde el cuadro blanquiazul empató (0-0).


“Me surgieron bastantes amigos en esas semanas y para el partido contra el Espayol más”, bromea.
La proyección del histórico encuentro alcanza el minuto 34, Makaay firma el 2-0, el público congregado en Palexco rompe a aplaudir, a la vez que en la pantalla grande aparece la imagen de Antón Lezcano con su famoso gorro del Dépor celebrando el tanto del neerlandés en el fondo de Marathón.


“Aquellas vallas eran matadoras. Ahora sigo en el mismo sitio, pero con los hijos. El que sí descansa en paz es el gorro, que lo perdí. Fue una pena muy grande porque le tenía mucho cariño”, comenta.


El ilustrador, que aquel día, antes del inicio del partido ya había diseñado unas camisetas para celebrar el título —porque “el fútbol no podía ser tan cabrón” como para arrebatarle una segunda Liga, después del famoso penalti de Djukic en 1994—, bromea sobre la fiesta que se pegó aquella noche: “Recuerdo hasta un poco más de ahí. Los otros tres días no, porque llegué a casa el domingo y no recuerdo nada”.


Ramón Piña, José Manuel Traba y Manuel Ríos Quintanilla ‘Manolete’, leyendas blanquiazules, disfrutan del evento en las butacas. Las anécdotas y los recuerdos se suceden.


“Estaba con mi hijo en Tribuna. El título ya se masticaba ese día. Todos pensábamos que podíamos ser campeones ese año porque teníamos un muy buen equipo”, expone Piña, quien aprovecha para lanzar un recado: “Pese a las críticas injustas que hubo en Riazor, Irureta merece que se le valore porque era un entrenador muy bueno”.


“Fue impresionante. Lo viví en Tribuna y fue una locura tremenda. Ya todo el año en Riazor habíamos sido un equipo muy competitivo y acabamos con ese partido que quedará en la memoria para siempre”, subraya Traba.


Manolete, por su parte, reconoce que “da gusto recordar estas fechas que son impresionantes y un título como este hace grande a un club”.


Gonzalo Castro, concejal de Cultura, admite que estaba “muy asustado” y hasta el último minuto “con cierto miedo”.


“Ese día te viene a la cabeza siempre”, apunta el concejal de Deportes, Manuel Vázquez.

 

Scaloni en ropa interior

Los deportivistas se lanzaron a celebrar su primer título de Liga. Belén Muñoz, trabajadora del club durante dos décadas, revela la que fue una de las imágenes de la fiesta nocturna: “Scaloni en ropa interior con la bandera atada”.


Pablo, hijo de Arsenio Iglesias, toma la palabra y el público se pone en pie en conocimiento al Bruxo de Arteixo.


“Imagino que mi padre respiraría tranquilo porque todos nos quitamos un peso aquel día. El título no deja de ser un logro de todos”, sentencia ante los aplausos de un salón Arao que hoy revivió una noche épica e histórica en A Coruña.

El peso que todos nos quitamos aquel 19 de mayo de 2000

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