No es muy habitual ver a un pichichi con más del doble de goles que el segundo máximo artillero de una competición. Por ello, cabe reseñar lo hecho por Miguel de Labra (Santiago de Compostela, 2008), uno de los delanteros más voraces que tiene el Deportivo en su cantera, capaz de terminar con 43 dianas la Liga Nacional.
Es un ariete clásico, de área, que logra la mayoría de sus goles mediante remates al primer toque. Una forma distinta a la que empleó para marcar en el derbi decisivo ante el Celta B, donde hizo gala de potencia para terminar definiendo cruzado. Antes ya la había rozado en el gol de su compañero Lucas Regueiro. Siempre en el sitio.
De Labra llegó a Abegondo en el año 2022 procedente del Conxo Santiago, y ya desde un primer momento demostró su olfato con 20 goles en el San Tirso cadete. Una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que es equipo de convenio, pensado para que los jugadores de primer año se puedan foguear en División de Honor, y acostumbra a acabar en media tabla. El curso pasado, ya en el Deportivo, hizo 41 tantos en esa misma competición —la ganó— y ahora ha terminado con 43 en este título del Juvenil B. En lo individual, seis hat tricks y un póker.
Su futuro pasa por el Juvenil A, donde podría compartir equipo con otro killer, Rubén Fernández, o tornar en la gran referencia si el de Caldas de Reis promociona al Fabril.