Cerebro para pensar, linfocito para destruir cualquier amenaza. José Ángel Jurado se ha convertido en una de las piezas más básicas del Deportivo de un Óscar Gilsanz que, ahora, analiza cómo encontrar todo de lo que le ha dejado desprovisto la ausencia de su mediocentro más multitarea. Y es que con la permanencia ya en el bolsillo y unos problemas en el pubis con los que ha ido capeando como ha podido, la baja de Jurado apunta a definitiva esta temporada.
Después de ser titular en el duelo ante el Albacete en Riazor a principios de este mes de mayo, José Ángel ya no participó en el encuentro ante el Sporting de Gijón del pasado sábado. Además, esta semana ha entrenado al margen del colectivo en las dos sesiones celebradas en Abegondo.
Así, a falta de parte médico oficial, parece evidente que su nombre en la enfermería tiene reservado un hueco permanente. Después de haber estado jugando con dolor durante buena parte del curso, la situación de Jurado apunta a no forzar y centrarse en aprovechar estas últimas semanas de competición para recuperarse de manera óptima y llegar lo mejor posible a la próxima pretemporada
El mediocentro andaluz ha sido una de las claves de la evolución del Dépor en la segunda vuelta. El cuadro deportivista ha ido desarrollando un proceso de mejora que le ha permitido convertirse en un equipo con más aristas y, por ende, más competitivo. Los resultados no mienten: el Deportivo es el séptimo mejor conjunto tras el ecuador, con 28 puntos en 18 partidos. Y buena parte de los porqués confluyen en la figura del jugador con el dorsal ‘20’.
El aumento en el rendimiento del conjunto herculino y, sobre todo, su mayor regularidad coinciden con el regreso del futbolista sevillano al verde. Después de ser titular con Imanol Idiakez en las primeras seis jornadas de liga, el exjugador del Tenerife perdió el sitio en beneficio de Omenuke Mfulu en la séptima fecha, coincidiendo con la visita del equipo a Albacete.
La goleada en aquel encuentro, en el primer y único gran triunfo del técnico vasco en su regreso a la categoría con el Dépor, provocó que Imanol no tocase ese eje de la sala de máquinas. Así, Diego Villares acompañaba al centrocampista franco-angoleño mientras un José ya ‘tocado’ del pubis esperaba en el banco.
Así fue al menos durante tres partidos. Porque tras jugar apenas media hora entre los duelos contra el Albacete, el Málaga y el Elche, el futbolista decidió parar y focalizarse en mejorar de su dolencia muscular en la pelvis.
No fue hasta dos meses después cuando el andaluz volvió a pisar el césped en competición oficial. Tras ocho encuentros ausente, José Ángel tuvo unos minutos contra el Zaragoza. Era la jornada 18, pero se perdió de nuevo la 19 y la 20, antes de regresar de nuevo desde el banquillo en el duelo previo a las Navidades, contra el Mirandés.
Ese encuentro previo a las vacaciones sí fue el preludio definitivo a su regreso, coincidiendo con el inicio del año 2025. Con Villares de baja por sanción, Jurado irrumpió en el doble pivote deportivista junto a Mfulu en el duelo ante el Málaga en La Rosaleda. El experimento de jugar con sus dos mediocentros posicionales juntos salió bien y Gilsanz le dio continuidad.
Contando el disputado en la ciudad malacitana, el futbolista formado en el Betis encadenó entonces 15 encuentros consecutivos, saldados con seis triunfos, siete empates y únicamente dos derrotas. En Miranda de Ebro vio la quinta amarilla, que le obligó a ver el encuentro ante el Tenerife (0-0) desde la grada de Riazor, antes de regresar contra el Racing de Santander (2-1). Una semana después formó parte de la goleada (5-1) al Albacete con billete a la permanencia, en el que apunta a ser su último partido del curso.
De este modo, José Ángel personaliza el equilibrio que el Deportivo ha conseguido en su juego. El pasado curso, el mediocentro fue capaz de dotar la sala de máquinas del conjunto blanquiazul de solidez. Él, junto a Villares, conformaba el pegamento necesario para ese juego de ritmo alto en el que el Dépor se sentía tan cómodo, impulsado por Lucas Pérez, Yeremay y Mella.
Esta campaña, en su regreso a una Segunda División en la que había disputado hasta ahora cinco temporadas, el pivote ha logrado dar un salto más en su juego. El Deportivo de los delanteros ha pasado a convertirse en el Deportivo de los centrocampistas, un equipo que ya no solo se juega a toda pastilla.
Y es que el Deportivo de Óscar Gilsanz ha desarrollado una personalidad con balón que llevaba, de manera evidente, el ADN de José Ángel. No es casualidad que los mejores partidos del equipo a partir del año nuevo hayan coincidido con la presencia del sevillano en el campo. No estuvo en el pobre empate ante el Tenerife en casa ni tampoco en el mal encuentro del Dépor en Gijón, quizá los dos duelos más pobres en cuanto a ideas y producción ofensiva del equipo desde el inicio del 2025.
La cabeza del sevillano manda y su zurda ejecuta. Jurado es el tercer futbolista de toda la Liga Hypermotion que más pases promedia por cada 90 minutos. El centrocampista ejecuta, de media, 64,35 por encuentro, según Wyscout.
De hecho, tan solo dos futbolistas del Elche como Pedro Bigas (71,3) y Affengruber (66,9) superan las cifras de intervención a la hora de dirigir el juego de Jurado. Lo hacen, además, a partir de una condición de centrales que les facilita su contacto con el esférico y dentro de un equipo que es, de largo, el que más balón aglutina de la categoría. Algo lejos de las cifras del conjunto de Sarabia está el Deportivo, aunque es el segundo colectivo que más pases promedia. Son casi 410, lo que quiere decir que casi uno de cada seis llevan el sello de José Ángel.
Sobre el dorsal ‘20’ ha orbitado el juego deportivista, como demuestra el hecho de que un gran porcentaje de las tres combinaciones de pases más repetidas en las siete victorias de la segunda vuelta tienen acento andaluz. En concreto, 16 de las 21 conexiones más habituales cuentan con Jurado como inicio o final.
Contra el Albacete, él y Mario Soriano conectaron 22 veces, por 19 con Petxa. Frente al Cádiz, su vínculo con Soriano volvió a ser el más repetido en la red de pases del Dépor (20). En Ferrol, las tres asociaciones más repetidas tuvieron como denominador común a Jurado con Vázquez (25), Soriano (24) y Barcia (19). En Oviedo, el centrocampista firmó la combinación más repetida (29 pases con Barcia) y la tercera (22, con Villares).
Mientras, contra el Almería, las tres conexiones más desarrolladas tuvieron como epicentro también a José (con Martínez, Vázquez y Villares), algo que también sucedió en Burgos (Vázquez, Martínez y Yeremay fueron sus mejores cómplices). Por último, en Eibar, el enlace más repetido se dio entre Jurado y Soriano y el segundo, entre el andaluz y Barcia.
José Ángel como neurona central y mejor socio de Mario Soriano, pues solo el madrileño da más pases en campo contrario que el sevillano, el compañero que mejor le comprende a la hora de encontrarlo entre líneas con pases progresivos. La conexión entre el motor y el acelerador del equipo que multiplica la eficiencia de ambos elementos.
De este modo, el futbolista zurdo es clave en la zona de iniciación. Bien incrustándose entre centrales, bien dirigiendo unos metros por delante. Pero también esencial en la zona de construcción, espacio previo al último tercio del campo donde el Deportivo acelera.
El impacto de Jurado no se reduce solo al ámbito ofensivo. De hecho, ahí radica la trascendencia de la ausencia del jugador de 32 años. Porque Jurado no solo es cerebro, sino también linfocito. Un agente capaz que lucha contra todas las amenazas sobre el sistema deportivista.
El canterano bético ayuda a minimizar las distancias de relación entre los futbolistas del equipo a través de su dirección de juego, algo que permite que el Dépor defienda mejor. Pero su presencia en el rectángulo de juego también auxilia a la hora de a abarcar esos metros de más cuando el rival recupera. Sin ser un velocista y a pesar de que en sus últimos encuentros se le notaba mermado a nivel físico, el centrocampista era el ‘stopper’ blanquiazul a través de su colocación y capacidad para ganar duelos.
No parece accidental que el Sporting generase numerosas situaciones de gol a través del contragolpe justo el día que Jurado faltó. En un encuentro en el que interrumpir el juego con faltas era fundamental ante el caos, el Deportivo echó de menos a José también en esa faceta. Solo Barbero hace más faltas que el sevillano, que además es uno de los futbolistas más tarjeteados del equipo, con cinco amarillas, y el que más 'tackles' ganadores ejecuta (40).
La influencia de Jurado era mayúscula. Ahora, sin él, Gilsanz busca entre unos mediocentros que muy son diferentes al andaluz la combinación más funcional para que se note lo menos posible todo lo que tapaba José Ángel.