El vasco Imanol Idiákez reconoció este lunes, durante su presentación como nuevo entrenador del Deportivo de la Coruña, que “hay oportunidades que no se pueden dejar pasar”, por eso cuando recibió la oferta del conjunto deportivista no se lo pensó “dos veces” pese a estar actualmente en Primera Federación.

“Fernando Soriano nos estuvo viendo trabajar en Leganés. Me llamó hace dos o tres semanas y todo fue rápido. Desde el principio tenía muy claro que hay oportunidades que no se pueden dejar pasar. Enseguida encontramos una sintonía en cuanto al proyecto, ha sido muy sencillo”, aseguró.

El nuevo técnico del Dépor asume “la responsabilidad” que supone ocupar el banquillo de Riazor, pero confía en aportar su “granito de arena” para devolver al club al fútbol profesional cuanto antes.

“Las expectativas son máximas, sé a dónde vengo y sé de la magnitud de este club. Estamos hablando de uno de los mejores clubes de España de toda la historia que, por circunstancias, iniciará su cuarta temporada en Primera Federación”, indicó en su comparecencia ante los periodistas.

El exentrenador de Zaragoza o Leganés, con pasado como ayudante de Unai Emery en el Villarreal, espera contagiarse rápido de ese “sentimiento de pertenencia” que tiene el deportivismo porque eso allanará el camino a lo largo del curso 2023-24.

“Tengo que intentar que el equipo defienda la camiseta, que la gente se sienta orgullosa de lo que hacemos en el campo. El objetivo es claro, y para eso hay que salir a proponer y a por los partidos”, avanzó Idiákez, quien pidió “tiempo” para desarrollar su idea de juego.

Entiende la “presión” que hay en A Coruña por la necesidad de volver al fútbol profesional, pero él cree que es fundamental dar “estabilidad” al proyecto para conseguir ese ansiado ascenso a Segunda.

“Tenemos que ser capaces de jugar con la presión que otros no tienen. Debemos ser fuertes y crear un grupo sólido y unido”, reiteró el guipuzcoano, quien adelantó que Lucas Pérez tendrá “un papel importantísimo” en el equipo y avaló los fichajes de Germán Parreño y Paris Adot.