El ‘jugador número 12’ deportivista no entiende de cansancio en el final de temporada y se ha volcado más que nunca en un desplazamiento histórico como el del pasado sábado a Las Llanas, donde casi dos millares de incondicionales herculinos se dejaron el alma hasta el 0-1 final.
Un total de 55 peñas estuvieron representadas en el campo del Sestao River; la afición coruñesa fue recibida con los brazos abiertos por el presidente del club vasco —con orígenes en Noia—, quien les abrió el campo antes de la disputa del envite.
En un choque que no pasará a la historia por su brillantez, el tanto de penalti de Lucas Pérez desató la fiebre en las gradas.
La celebración del 0-1 resultó de las que marcan época, con algunos hinchas caídos desde sus asientos hasta el campo de juego incluidos.
El bus fletado por la Federación de Peñas regresó tras el pitido final a tierras gallegas, llegando a Riazor sobrepasadas las 4.00 horas de la madrugada.
La afición herculina ya intuye la luz al final del túnel en la división de bronce; no en vano, el partido del próximo domingo 12 en Riazor contra el Barça Atlètic presentará un lleno hasta la bandera.
Desde hace semanas no quedan billetes de cara a una cita en la que el Depor puede decir adiós a la categoría de bronce del fútbol estatal.