Gabi Fernández no esconde la tensión. El entrenador del Real Zaragoza vive su primera experiencia como técnico en el alambre, peleando por evitar el descenso, y reconoce que desde el banquillo todo se sufre más: “Me está quitando años de vida, pero estoy contento de estar aquí y poder ayudar”.
Este domingo, el Deportivo visita La Romareda en un partido clave para asegurar la permanencia de lso maños en la Segunda División, y el madrileño tiene claro que es el momento de dar el paso definitivo: “Nos hemos ganado el derecho a depender de nosotros y poder despedir La Romareda con una victoria”.
El conjunto maño llega con cuatro puntos de ventaja sobre el descenso a falta de dos jornadas. Una victoria ante el Dépor certificaría la salvación matemática. “Cuando llegué, con una dinámica muy negativa y once partidos por delante, hubiese firmado esta situación”, recordó Gabi. Ahora, con todo en sus manos, insiste en la importancia del momento: “Más allá de la carga emocional de lo que significa estar dos meses trabajando para lograr la permanencia, el equipo lo está dando todo y no se puede pedir más”.
El técnico zaragocista ha tratado de proteger a sus jugadores del ruido externo y la presión mediática: “He intentado quitarles la presión sin añadir sobrecoste. Queremos ser protagonistas y dominar el nerviosismo, aunque no llegue el gol pronto”.
Aunque el Deportivo no se juega nada, Gabi prefiere ese escenario: “Nunca se sabe si es mejor, pero prefiero que no se jueguen nada. En esa relajación podemos encontrar la ventaja. Eso sí, lo harán con profesionalidad”.
Respecto al juego, el entrenador pide valentía a los suyos: “Debemos tener capacidad y personalidad con balón. Que los jugadores no se escondan, que den el último pase, que nos está costando, y que seamos verticales dominando el juego”.
Gabi también quiso valorar el papel de la afición, clave en esta recta final: “Cuando llegué parecía que daba miedo jugar en casa y en estos partidos ha dado ejemplo. Espero que entre todos lo saquemos adelante”.
Sobre los tocados, como Lluis López, Tasende y Arriaga, explicó que los dos últimos podrían llegar al partido, mientras que el central lo tiene más complicado.
Consciente de lo que hay en juego, Gabi no dramatiza, pero sí subraya que es una de esas citas que marcan: “No es el partido más trascendental de mi carrera, porque tenemos dos oportunidades, pero sí es muy importante”.