Antes de Kevin Sánchez, estuvo Martín Ochoa y, antes de Martín, hubo muchos otros goleadores natos que permitieron a la afición blanquiazul celebrar los tantos del Fabril. Sin embargo, en el fútbol de poco sirve echar la vista atrás. Prima el presente y, dada su condición de efímero, incluso el futuro es el más valorado.
Ahí es donde entra en juego la factoría Abegondo, donde algunos jóvenes parecen estar tocados por la varita del gol. Con ello el Deportivo tiene mucho trabajo adelantado porque, aunque el talento no es el único ingrediente necesario para triunfar, es indispensable a la vez que excepcional. Sobre todo cuando se habla de gol.
Kevin, vinculado a la entidad deportivista hasta junio de 2028, se erigió esta temporada como el máximo artillero del filial blanquiazul con 10 dianas. Por cuestiones deportivas y contractuales, todo invita a pensar que el delantero burgalés dará un paso adelante en su carrera deportiva y no formará parte de la plantilla del Fabril en la próxima campaña. El primer equipo o una cesión son los dos caminos que parecen abrirse delante de Kevin, aunque esa será una decisión que dependa del propio atacante y del club blanquiazul.
De esta forma, la puerta del conjunto dirigido por Manuel Pablo se abre de par en par para las perlas de Abegondo, a las que parece que los goles se le caen de los bolsillos: Rubén Fernández (Caldas de Reis, Pontevedra, 2007) y Miguel De Labra (Santiago de Compostela, 2008), delanteros del Juvenil A y Juvenil B.
Los números hablan por sí solos. De hecho, no se entiende el éxito del Juvenil A comandado por Miguel Figueira sin la figura de Rubén Fernández.
El delantero de Caldas de Reis domina todos los registros necesarios en un delantero. Esta temporada, la joven promesa blanquiazul firmó 23 goles en División de Honor Juvenil —a los que hay que sumar dos en Copa del Rey y seis en Copa de Campeones— que le permitieron erigirse como el máximo artillero del Deportivo y el cuarto de toda la categoría, solo por detrás de Iker León (Las Palmas, Grupo 6), que logró 27; Aimar Blázquez (Valencia, Grupo 7), que hizo 26 y de Adrián Gómez (Pontevedra, Grupo 1), con 24 dianas.
No es casualidad que lleve años llamando la atención por sus cifras desorbitadas. Y su salto a la División de Honor no ha hecho más que revelar algo que otros habían visto en otras categorías inferiores. A su olfato goleador innato, se le suma ahora el crecimiento físico, un paso que le permite no quedarse atrás y seguir dando zancadas agigantadas en su futuro.
Disparo potente, capacidad para armar su pierna derecha sin apenas espacio ni tiempo e inteligencia para estar siempre en el lugar indicado. Rubén tiene todo lo que un 9 debe tener para crecer sin establecer un techo que le prive de soñar.
Quien también va camino de seguir los pasos de sus predecesores e incluso de batirlos es Miguel De Labra. Aunque todavía está en el Juvenil B, el delantero ha cerrado esta campaña con unas cifras que hablan por sí solas.
La Liga Nacional se le ha quedado pequeña. Así lo certifican las 43 dianas que ha metido en 33 encuentros. O lo que es lo mismo, De Labra ha promediado 1,3 goles por partido. Se coronó como el máximo goleador de toda la competición y logró dejar atrás a Abraham Bueno (37), del Castuera o a Miguel Llorente (35), del Atlético de Madrid.
Es un delantero clásico, de los que se sienten cómodos pisando área. Tiene un primer toque prodigioso que, acompañado por su olfato goleador, le permite hincharse a goles.Sus cifras llaman a la puerta de Manuel Pablo, que optó por llevarse al integrante del Juvenil B a la Copa de Campeones Juvenil disputada en Ponferrada, aunque se quedó sin minutos. Todavía no ha jugado mucho con el A, pero sus números impenitentes parecen haber abierto la puerta de cara a la temporada siguiente.
Aunque fue Kevin el que se alzó como pichichi del Fabril, no se puede obviar el papel de Alfaro como goleador. El mediocentro ha firmado su mejor campaña ofensiva merced a siete dianas.
Precisamente en ese puesto también aparece un relevo prometedor. Lucas Castro (Cambados, 2007) ha comandado la medular del Juvenil A con criterio, pero también con llegada al área rival. Así lo revelan sus 18 tantos que le alzan como el segundo máximo goleador de la plantilla dirigida por Figueira.
Su futuro en el Fabril parece comenzar a vislumbrarse más cerca que nunca, aunque por lo de pronto, Abegondo certifica una vez más que el talento está en casa.