La eliminatoria con el Albacete fue el resumen de la temporada en 120 minutos. Segundas partes nunca fueron buenas y en el caso del Deportivo, se ha materializado.
Igual que el curso, el Deportivo exhibió dos caras. La buena, hasta el ecuador del tiempo reglamentario y también la primera mitad de la prórroga; la mala, entre el 45 y el 90 del partido y del 105 al 120 del periodo agregado.
El Deportivo llevó a cabo el guion de partido en el primer tiempo. Fue a buscar al Albacete arriba, no le permitió posicionarse en el campo blanquiazul, presionó, robó y atacó. Y eso fructificó en el gol de Soriano.
La segunda parte, en cambio, dio un paso atrás ante un Albacete más dominador. El Depor replegó y lo pasó peor cuando desaparecieron los jugones, Juergen y Soriano. También cuando Quiles se fue al banquillo... Encajó el gol que igualaba el encuentro.
Pudo perder el Deportivo el ascenso entre el 82 y el 90. Después, se rehizo en la primera parte de la prórroga. Logró ser un equipo parecido al que había iniciado el encuentro.
Pero duró lo que duró. En la segunda parte de la prórroga, vuelta a las andadas. Despiste en un centro lateral, y nuevamente castigados. Adiós ascenso.
Y así también se había ido el ascenso directo. Hasta el ecuador de la temporada, el Deportivo llevaba rumbo de Segunda División. Tanto así, que en enero se daba por hecho el ascenso, pero... llegó el Racing 2.0, una versión evolucionada de los cántabros, y coincidió con el bajón deportivista. ¿Resultado? Segundo puesto en la tabla y abocado a un playoff en el que superó el primer partido, pero no el segundo. Tras la goleada al Linares, un resultado engañoso –hasta el dos a cero–, el Deportivo fracasó ante el Albacete.
