El RC Deportivo de La Coruña, que ha sumado seis de los doce puntos en juego esta temporada 23-24 y que todavía no conoce la derrota, está logrando sobreponerse a la sucesión de calamidades que le están tocando vivir en el arranque de curso.
Lesiones de hombres importantes, concentradas en el sector ofensivo, la sanción de Lucas Pérez o una cadena de arbitrajes inexplicables han condicionado las cuatro primeras jornadas para una escuadra coruñesa que pese a todo todavía no ha hincado la rodilla contra ninguno de sus adversarios.
Rayo Majadahonda, CD Lugo, Teruel y Unionistas no han sido capaces de doblegar a uno de los claros favoritos al ascenso, que sin embargo apenas ha podido sumar seis puntos de doce posibles en el torneo de la regularidad.
El pasado sábado en el estadio Reina Sofía de Salamanca el primero en caer fue el delantero Iván Barbero, con una inoportuna lesión en su rodilla izquierda.
Por si este percance no fuese suficiente, David Mella saltó desde el banquillo para no poder concluir el encuentro debido a la fractura en su nariz.
La sanción de Lucas Pérez de dos encuentros —cumplirá el segundo ante el Cornellá— supondrá otro obstáculo añadido para una formación que este ejercicio ha evidenciado síntomas de una resiliencia mucho mayor a las de etapas anteriores.
El próximo sábado el modesto Cornellá será el que teste la capacidad de supervivencia de los herculinos.
