Como si de un 'déjà vu' se tratase, Davo volvió a rescatar a un Imanol Idiakez en la cuerda floja, como ya había sucedido en la victoria ante el Barça Atlètic. Un doblete del asturiano sirvió al Deportivo para remontar el tanto inicial del Arenteiro, obra de Miku tras un error garrafal de Pablo Martínez. El equipo coruñés, que fue de más a menos en la primera hora de encuentro, encontró el salvavidas al que agarrarse en una nueva acción a balón parado que cambió el contexto de partido. Con empate en el marcador, el Depor fue mejor y logró una victoria sufrida que, salvo sorpresa, hará que Imanol Idiakez se coma el turrón en A Coruña.
La única novedad del once titular, que no sorpresa, fue el regreso de Pablo Martínez tras cumplir sanción en lugar de un Dani Barcía que había sido el mejor frente al Sestao. Idiakez confió de nuevo en el resto de piezas de una alineación que el aficionado se sabe prácticamente de memoria.
Los primeros minutos del Depor, con su 1-4-4-2 habitual, fueron relativamente dignos sobre un césped de Espiñedo en un estado lamentable. La presión, liderada como siempre por Villares, incomodó al Arenteiro en los primeros compases del encuentro y, además, Lucas entendió que podía hacer daño al rival con cambios de orientación rápidos para que Yeremay pudiese encarara a su par.
En una de esas acciones, el ‘10’ se fue de su par (Jordán) pero remató con la zurda al lateral de la red. Antes, José Ángel ya había tenido la primera ocasión blanquiazul con un chut a botepronto que se fue desviado tras una dejada de cabeza de Pablo Vázquez.
La respuesta del Arenteiro corrió a cargo de Jordán, que disparó a las manos de Germán Parreño después de una buena jugada de Pibe, que fue dejando por el camino a varios futbolistas del Depor.
El Depor estaba instalado en campo rival taponando la salida de los locales a través de los mediocentros Vitra y Esquerdo y controlando los contados envíos en largo sobre Miku, pero el peligro sobre la portería del Arenteiro se fue diluyendo hasta desaparecer.
Sin robos en campo rival, habitualmente protagonizados por Villares, y sin los cambios de juego de Lucas, el equipo blanquiazul se quedó sin ideas para llevar el balón a zonas de peligro para los locales.
Fallo mayúsculo de Pablo Martínez
Por si fuera poco, Pablo Martínez se pegó un tiro en el pie cometiendo un error mayúsculo en salida de balón. El central, que tenía abierta la opción de dar el cuero a Balenziaga, trató de filtrar un arriesgado pase por dentro que fue a parar a las botas de Pibe. El zurdo agradeció el regalo, puso en ventaja a Miku y este cumplió la ley del ex a la primera ocasión que tuvo. Fallo garrafal y 1-0.
Después del gol se acentuó la sensación de desesperación entre los jugadores del Depor con faltas a destiempo y alguna protesta airada. Un panorama desolador de cara a la segunda mitad.
El balón parado y Davo, al rescate
Tras el paso por vestuarios, Idiakez demostró de nuevo su inmovilismo a pesar de la evidente falta de recursos del Depor en ataque. Sin embargo, el balón parado volvió a rescatar al Depor en el minuto 57. Un oasis en medio de un desierto de dudas, imprecisiones y errores de ejecución. Esta vez apareció Davo, en medio de una maraña de defensas, para cabecear a la red una falta lateral botada por Lucas.
El empate dejó grogui al Arenteiro y dio alas al Depor, que rondó el 1-2 en otras dos jugadas a balón. En la primera, José Ángel conectó un voleón con la zurda que obligó a Diego García a exhibir sus reflejos bajo palos, y en la segunda, Pablo Vázquez remató fuera un rechace que había caído al borde del área pequeña.
Davo, que hasta el 1-1 había estropeado casi todas las jugadas que habían pasado por sus botas, completó su metamorfosis en el minuto 79 tras un carrerón de Mella. El canterano prtagonizó una cabalgada por la banda derecha, giró sobre sí mismo para poder rematar con su pierna zurda y tiró fuerte a puerta. El rechace de Diego García lo aprovechó el propio Davo para firmar una definición de clase en un momento clave. Al César lo que es del César.
El Arenteiro reaccionó por medio de Luis Chacón, que probó suerte en una falta lejana que desbarató Germán Parreño con una buena estirada. A pesar del empuje de los locasles, el Depor tuvo opciones de sobra para sentenciar: un tiro centrado de Mella, una falta de Lucas que se estrelló en el larguero y un chut de Davo que despejó Diego García.
Sin embargo, no hizo falta el tercero del Depor para certificar la segunda victoria del curso de un equipo visitante en Espiñedo. Como ya sucedió ante el Barça Atlètic, el Depor conquistó un feudo que hasta su visita era poco menos que infranqueable. Justo en el momento clave. Justo antes de un parón navideño que se vivirá de un modo diferente en el seno del deportivismo.
ARENTEIRO-DEPORTIVO:
Arenteiro: Diego García; Jordán (Pol Bueso, min.74), Germán Novoa, Javi Moreno, Álvaro Ramón; Vitra (Romay, min.81), Esquerdo; Pibe, Luis Chacón, Tiago (Manín, min.65); Miku.
Deportivo: Germán Parreño; Paris Adot, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Balenziaga; Davo, José Ángel, Salva Sevilla (Mella, min.67), Yeremay (Jaime, min.89); Villares, Lucas.
Goles: 1-0, min.32: Miku. 1-1, min.57: Davo. 1-2, min.79: Davo.
Árbitro: Muñoz Piedra (C. andaluz). Amonestó a Álvaro Ramón (m.42), Pol Bueso (m.84), Pibe (m.90+3), por el Arenteiro; y a Yeremay (m.40), Lucas (m.73), Mella (m.74) y al técnico Idiakez (m.90+5), por el Deportivo.
Estadio: Espiñedo. 2.000 espectadores.
