Captado desde bien pronto por el Sevilla para su cantera a través de su red de ojeadores en las provincias limítrofes. Una de las grandes promesas en la base del club de Nervión. Internacional con España en categorías inferiores. Y con una pierna izquierda prodigiosa que le llevó a debutar en el primer equipo hispalense, aunque finalmente no se asentase en él.
La descripción podría encajar con Luismi Cruz, uno de los grandes talentos de la Liga Hypermotion que el Deportivo ha podido reclutar este verano. Sin embargo, hay otro futbolista en la categoría que encaja de manera idéntica a ese perfil. Y este domingo se cruza con el propio Cruz en el césped de Riazor: Franciso José Sánchez, más conocido como Curro.
El mediapunta onubense es el faro del Burgos Club de Fútbol, equipo en el que ha encontrado la estabilidad emocional y deportiva para rendir de manera sostenida en un nivel acorde al que apuntaba aquel Curro que se hizo un 'clásico' del Sevilla Atlético, en el que debutó con 16 años y del que acabó saliendo con 22, después de coincidir con muchas generaciones de jóvenes ahora asentados en la élite: desde David Soria a Chris Ramos y Bryan Gil, pasando por un Carlos Fernández con el que comparte año de nacimiento (1996) y con el que conformó una duradera dupla ofensiva vestidos de blanquirrojos.
A Curro, que debutó en Primera División en 2016, en un encuentro precisamente contra el Deportivo en el Pizjuán (1-1) no le llegó la oportunidad de consolidarse en la primera plantilla. Ese curso disputó seis encuentros bajo el mando de Unai Emery entre liga y Copa. Pero a partir de entonces, vivió un 'quiero y no puedo'. Sin la llamada para volver a jugar arriba y con 141 partidos en el filial sevillista, decidió abandonar la que era su casa desde los 10 años. Hizo las maletas y probó suerte en una Segunda División que ya había catado dos veces.
Sánchez cambió el calor andaluz por el frío de Soria. Y en los campos de Castilla, su fútbol empezó a aflorar. Era la temporada 2019-20, con 23 años, anotó 13 dianas que le valieron una llamada de la Ponferradina, una vez el Numancia acabó descendiendo. Tampoco lo hizo mal con la Ponfe y el Almería le reclutó.
A pesar de que su protagonismo decayó, fue uno de los artífices del último ascenso del equipo indálico a Primera, con Rubí en el banco. El de La Palma del Condado se veía, por fin, ante la posibilidad de jugar en la élite. Sin embargo, el sueño se esfumó. El club le buscó salida en verano y, después de jugar 41 minutos de rojiblanco en los dos primeros encuentros de liga en agosto, acabó fichando por el Burgos sobre el cierre del mercado.
Con Julián Calero y el frío curtiendo su piel, Curro Sánchez volvió a sacar su mejor fútbol. En un equipo que vivía de la solidez defensiva, la extraordinaria zurda del andaluz ejerció de referente en ataque y en el balón parado en la 2022-23. También en la 2023-24, ya con Jon Pérez 'Bolo' como entrenador, cuando concretó 15 dianas que le consolidaron, probablemente, como el mejor jugador de la Liga Hypermotion en aquel curso.
Llegaron entonces las llamadas para partir. Pero con 28 años y ya muchos 'tiros pegados', prefirió priorizar las raíces que había echado en El Plantío. Renovó hasta el 2027 y sigue siendo referente, después de un curso pasado más pobre. Esta campaña, con un gol de penalti y otro de cabeza para empezar, amenaza con volver a ser ese futbolista determinante con el pie izquierdo de plata que en Castilla y León brilla como el oro.