Borja Jiménez ofreció su primera rueda de prensa del curso 2022-23, ahora mismo en plena pretemporada, y afirmó haber hecho borrón y cuenta nueva, tras no lograr el ascenso, y estar ya pensando en conseguirlo esta campaña.
"Tengo mucha fuerza y ganas, por cómo sucedió (el no ascenso) y por el cariño posterior. Que lo que el año pasado eran lágrimas sean sonrisas, que al estadio que vi llorar el 11 de junio lo vea sonreír, es mi único objetivo en la vida", indicó en su comparecencia telemática.
Y es que el míster, que había vivido las mieles de sendos ascensos con Cartagena y Mirandéz sufrió la otra en sus carnes el varapalo contra el Albacete, de lo que saca enseñanzas. "Había vivido la otra cara de la moneda y me sirvió para saber comportarme en la derrota, como había hecho en la victoria. Cuando me senté el año pasado ya dije que era el mayor reto de mi carrera deportiva y un año después digo que este reto es muy apasaionante, el intentarlo de segundas con un club muy grande. Me siento un privilegiado por estar aquí", matizó.
Desveló que la Secretaría Técnica había trasladado a Miku Fedor que no iban a seguir contando con él (acabó contrato el 30 de junio) y no confirmó si Héctor Hernández, con contrato en vigor pero que se está entrenando al margen por una molestias en la rodilla, seguirá en la entidad.
Además, adelantó que al menos iban a llegar sobre 5-6 nuevos fichajes, para un plantel de 21-22 fichas y que solo la portería estaba cerrada.