Dirigir una plantilla como la del Deportivo supone estar en primera línea de fuego para recibir los elogios cuando todo marcha sobre ruedas, pero, sobre todo, para convertirse en el centro de las críticas cuando la trayectoria del equipo se tuerce, como ha sucedido en los tres últimos meses. Los resultados de la segunda vuelta han arrojado por la borda la posibilidad del ascenso directo y obligan a la escuadra blanquiazul a ganarse su billete a Segunda en el playoff. Borja Jiménez es consciente de la presión que supone entrenar a un bloque con la historia y el peso del Depor, entiende los ataques cuando los números no acompañan, pero aun así se siente muy querido en A Coruña, como confesó en su visita de hace unos días (previa al empate en Talavera) a la redacción de dxt campeón. Una charla en la que también mostró su lado más humano, que es el que recogemos hoy en esta segunda parte de la entrevista con el técnico.
Has subrayado que en el entorno de un club como el Depor hay mucha presión y críticas si las cosas no salen bien. ¿Cómo te sientes en la calle?
Me siento muy querido. Os invitaría a que un día fuéramos a mi vida cotidiana, al súper y demás, o en los círculos donde me muevo y veríais que la gente, cuando peor han ido las cosas, es cuando más cariño me ha mostrado y más me ha parado por la calle. Tengo anécdotas de gente que ha cruzado la acera, que casi lo atropellan, para decirme ‘Borja’ y darme su apoyo, esto es literal. Me he sentido y me siento muy querido por la afición, sabiendo que en algún momento habrán apagado la tele y habrán dicho: ese es un ‘matao’, pero es que es muy normal. Cuando el equipo pierde, el aficionado apaga la tele y dice: ese es muy malo. Pero eso es el domingo a las dos de la tarde, cuando acaba el partido. El martes, cuando ha reflexionado en su casa, dice: pues igual no están haciendo las cosas tan mal, tenemos tranquilidad, el equipo... pero, en caliente, es normal que la gente exprese su sentimiento más cercano.
Me siento querido por la gente; a alguno casi lo atropellan por cruzar la calle para saludarme
Jugar el playoff en Galicia es un extra para la afición.
A nivel de afición está claro que jugar el playoff aquí en Galicia va a permitir que los desplazamientos sean más fáciles, pero los fieles del club que nos han acompañado a mil sitios, el playoff podía ser en Bechí, que iban a ir igualmente. No hay ninguna duda. La afición, lo he dicho muchas veces, aunque haya gente que diga ‘es un pesado y lo dice para ganarse a la afición y que no lo increpen’ pero no, es que la afición es increíble. No les podemos pedir más, estamos en deuda con ellos.
¿Qué tal tu relación con los medios, es correcta?
Yo creo que sí.
¿Sientes que tienes empatía o es algo que no te preocupa.
No sé si la tengo, pero sí me preocupa porque me gusta tener buena relación con todo el mundo. No me considero una persona antipática, sí valiente, que a lo mejor haya gente que, por cómo digo las cosas, no le parezca bien, pero ya me veis en mi trato más cercano, aquí ahora, soy súper normal. En unos minutos me tengo que ir a casa porque me vienen a arreglar las ventanas y no pueden venir antes porque si no estoy yo, el gato se escapa (se ríe). El gato es el jefe, cuando uno vive solo con un animal, es normal... en serio, me gustaría tener muy buen trato con todo el mundo porque no considero que esté haciendo ningún mal a nadie ni creo que nadie me debiera de hacer mal a mí, independientemente de que el equipo gane o pierda.
Es normal que cuando perdemos el aficionado apague la tele y diga: ese es un ‘matao’
Quizá, las decepciones de los últimos años han provocado una cierta separación entre el entorno y los entrenadores.
Creo que vosotros, hablo como medios, tenéis más influencia con lo que escribís de lo que pensáis por cómo es la sociedad ahora mismo, por cómo son los chicos. Realmente las redes sociales hoy en día hacen mucho daño a los jugadores porque leen lo que la gente escribe y algunos de ellos reciben críticas duras. A mí no es que me dé igual, porque a nadie le gusta que le insulten ni le amenacen, pero la experiencia me va diciendo que, por desgracia, forma parte de la sociedad. Pero a mí, al presidente del Gobierno, al director de un periódico que escriba algo que no gusta a la gente... todos los que estamos expuestos a la opinión pública por desgracia ahora el insulto está súper normalizado y da igual, es ‘venga, para delante, ese es un no sé qué’ y como no pasa absolutamente nada, llega otro y dice una burrada mayor. Y como no pasa nada... pero terminarán sucediendo cosas graves con el paso del tiempo. Pero es cosa de la sociedad, no lo focalizo en el deporte solamente. Hay muchos medios, mucha repercusión y creo que podéis influir de manera positiva y negativa en el devenir de la temporada porque la prensa tiene mucha capacidad de cambiar jugadores, entrenadores, presidentes. Sería importante ir de la mano, sobre todo en el final de temporada. Ya criticaréis o iréis a saco en junio, pero ahora, que quedan cuatro semanas, creo que es el momento de ir todos juntos porque es en beneficio de todos. Que el Depor esté en Segunda o en Primera será bueno para vosotros también.
Hace unos días le gané 6-3, 6-3 a Fran al pádel; lo podéis publicar (se ríe)
¿Cómo eres fuera del fútbol?
Súper tranquilo. Un lunes que entrenamos, por ejemplo, llego a Abegondo a las ocho y cuarto de la mañana, hasta las dos o así. Llego a casa sobre las dos y media, cocino algo, siesta de cinco minutos porque soy incapaz de dormir más, pero cierro los ojos y es como si hubiera dormido una hora. Luego organizo lo que tenga que organizar en casa, fregar, etc. Es decir, vida normal, como cualquier otra persona. Por la tarde, casi siempre quedo con el analista y con Álex (Álex Martínez, su segundo entrenador) y vamos a trabajar a cualquier cafetería del centro que nos pille y pasamos allí la tarde con los ordenadores trabajando como si fuera nuestra oficina. Lo haces en otro ambiente y ves otra gente diferente, tomas un café, charlas... estoy allí de cuatro y cuarto o así hasta las ocho. El día que libramos le dedico un par de horas a jugar al pádel siempre que puedo, que me gusta mucho. Si no, a las nueve y cuarto ya tengo el pijama puesto, veo algo en la tele y siempre me acuesto a las once o así con la radio puesta o algo de lectura antes. Llevo una vida muy aburrida (se ríe).
¿Quién es tu pareja de pádel?
Ahora juego mucho con Vane, profesora en el CSC. El otro día, con Javi, el hermano de Manolo... intento ganar a Fran, a Juan, el de la secretaría técnica.
Con Fran tienes una rivalidad importante.
Sí, de hecho hace unos días le gané 6-3, 6-3. Lo podéis publicar también (risas).
Decías que cocinas cuando llegas a casa. ¿Te gusta?
Bueno, me gusta intentar comer bien. Es verdad que en Abegondo, con el ‘nutri’ (nutricionista), tienes un menú que puedes recogerlo allí y traértelo a casa, pero casi siempre tengo algo de mis padres, que vienen bastante aquí...
Las redes sociales hacen mucho daño a los jugadores porque algunos reciben críticas duras
Entonces, más que cocinar, calientas táperes.
No, pero sí que cocino, me hago un montón de cosas, pero casi siempre, cuando me hago algo de carne de Ávila, que me gusta mucho, cocino las patatas, la carne... al final es cocinar. Otra cosa es que me ponga a hacer lentejas el día anterior, ahí me cuesta más. Reconozco que cuando es comida de plato, siempre es de mamá.
¿Qué te gusta de A Coruña, con qué te quedas?
Me parece una ciudad súper accesible para todo, vivo al lado de Riazor y bajo muchas noches tranquilamente y me siento contra la pared y juego al parchís un rato y veo el atardecer o solo el poder escuchar las olas me da muchísima tranquilidad. Tengo mis ratos de bajarme con la capucha para que ninguno piense que estoy tarado y diga: qué hace este hombre en chanclas en enero en la playa. Dirán: madre mía el entrenador del Depor cómo está de la cabeza. Entonces, cuando se mete un poco el sol y parece que nadie te va a ver, es el momento que aprovecho para desconectar. Pero llevo una vida muy normal porque me considero una persona muy normal.
► ‘DOS’, SU GATO, QUE ES SOCIO DEL DEPOR |
“Se llama así por el ascenso del Mirandés a Segunda” |
‘Dos’ es el compañero de fatigas de Borja Jiménez. Un gato bengalí que acompaña al técnico blanquiazul desde su etapa como entrenador del Mirandés. “Es el jefe de la casa”, afirma el estratega abulense, quien explica que el nombre de su mascota se debe “al ascenso del Mirandés a Segunda”. “Se llama ‘Dos’ porque es mi número preferido porque lo compré, aunque me sabe mal decirlo, pero lo compré cuando fui a Miranda porque estaba convencido de que iba a ascender a Segunda. Entonces, de ahí el Dos”. “Os lo voy a enseñar porque vais a alucinar. Es público porque de vez en cuando subo alguna historia a las redes”, dice mientras nos muestra un vídeo suyo paseando al gato con collar. “Pesa ocho kilos”, se ríe. “Mirad cómo pasea”. “El gato es socio del Depor”, apunta el jefe de prensa del Deportivo, Rafa Carpacho, que ha acompañado a Borja a la redacción de nuestro diario. “Es muy trasto y habla... bueno, el gato no habla, pero yo con él sí, como si fuera una persona”, relata el técnico entre risas e incluso bromea sobre las críticas que recibe a veces por los cambios que introduce en los partidos: “Le consulto alguna alineación... un desastre (risas). El gato es el que hace los cambios. Ese puede ser el titular”. |