El Depor afronta esta tarde en el Nuevo Vivero la primera de las once finales que tiene por delante en su cacería al Racing de Santander, que ahora mismo aventaja a los blanquiazules en tres puntos más el golaveraje, tras la goleada de los cántabros a la Cultural Leonesa el pasado miércoles (4-0).
Los santanderinos, que caminan con paso de gigante desde mediados de diciembre, recuperaron el partido que tenían aplazado con el conjunto leonés para encadenar su undécima jornada consecutiva sin conocer la derrota y embolsarse 27 de los últimos 33 puntos que han disputado.
Dinámica racinguista opuesta a la de un Deportivo que solo ha sido capaz de sumar cinco puntos en sus seis últimos duelos —números de puestos de descenso—, lo que le ha costado el liderato y afrontar el tramo final del curso con el modo contrarreloj activado. Quedan doce jornadas, pero los coruñeses solo disponen de once partidos para recortar esa distancia que le lleva el líder y recuperar el primer puesto, ya que una de las citas que les queda a ambos es contra el Extremadura, expulsado de la competición, con lo que se les dará el choque por ganado.
Fútbol previsible
El bajón de la escuadra de Borja Jiménez, que ha obtenido un triunfo, dos empates y ha encajado tres derrotas en sus últimos compromisos, no es fruto de la casualidad, sino de un fútbol pobre, demasiado estático, sin chispa y que se ha vuelto demasiado previsible.
Los rivales le han tomado la medida al conjunto blanquiazul, incapaz de generar peligro y de desbordar —William y Trilli han sido los únicos que han aportado algo de desequilibrio en las últimas citas—. Además, a los delanteros, que semanas antes se mostraban letales cuando encaraban la portería, se les ha desactivado (de momento) su instinto asesino.
Quiles, máximo artillero con diez dianas, solo ha marcado un gol en las seis últimas jornadas, mientras que Miku, que lleva nueve tantos, encadena siete duelos sin ver puerta.
El técnico blanquiazul ha probado diferentes alternativas en los últimos encuentros, con cambios constantes de dibujo, la entrada de jugadores como Mario Soriano, Álvaro Rey, quien se lesionó el pasado fin de semana y es baja esta tarde, o Josep Calavera, que en el derbi frente al Racing de Ferrol protagonizó su primera titularidad.
Ninguno de los experimentos ha devuelto al Depor a su versión de la primera vuelta, cuando se mostró intratable y exhibió una superioridad que le permitió meterle nueve puntos de ventaja al segundo clasificado.
Arbitrajes polémicos
Al bajón en el juego se unen las últimas decisiones arbitrales, que no han acompañado al bloque coruñés, como el penalti de Yeferson Quintana, por mano clarísima, que el colegiado asturiano Ruiz Álvarez no señaló el pasado sábado.
Toca levantarse, reaccionar y afrontar la primera de las once finales con las ausencias de Álvaro Rey y Víctor García.
La retaguardia es la única línea que parece bastante clara, con más incertidumbre en la medular y el ataque.
Enfrente, espera un Badajoz que aunque lleva todo el curso con muchas dudas, desde la llegada del nuevo técnico ha sumado dos victorias y dos empates. Un adversario revitalizado que se ha acercado a los puestos de playoff.
