Año II después del barro, capítulo 3
lll
17º-23º

Año II después del barro, capítulo 3

El Deportivo logra dos permanencias muy distintas dos años después de volver del tercer nivel ► Coquetea con el descenso en 1977 ► Acaricia el ascenso en 1983
Año II después del barro, capítulo 3
Piña (i) y Tensi saltan en busca de un balón durante el Oviedo-Deportivo (2-0) de la temporada 1976-77 | CEDIDA

Usuario

El deportivismo cuenta las horas que restan para el debut de su equipo en la temporada 2025-26, la segunda consecutiva en la categoría de plata después de su tercer paso por el tercer escalón del fútbol nacional en casi un siglo de existencia de la Liga. El conjunto blanquiazul afronta este hecho, por tanto, por tercera vez. ¿Qué ocurrió las dos veces anteriores? Repasamos lo sucedido en las temporadas 1976-77 y 1982-83, después de mantener la categoría en los cursos inmediatamente posteriores al ascenso desde Tercera y Segunda B, respectivamente, en las que el rendimiento fue completamente opuesto pero el resultado final fue el mismo: continuar una campaña más en Segunda División.

 

1976-77: La continua sombra del descenso

Si en la temporada del regreso a Segunda el Deportivo llega a pelear casi hasta el final por el ascenso a Primera, el siguiente curso lucha por todo lo contrario. En el verano de 1976, abandonan la entidad blanquiazul dos buques insignia de la época, el portero Seoane (Salamanca) y el defensa Luis (Getafe). También se marcha el argentino Cocco (River Plate), después de una única temporada blanquiazul repleta de altibajos, con 7 goles, pero con solo 21 titularidades en 38 jornadas. Para suplir a Seoane, la directiva presidida por Antonio Álvarez ficha a un joven (18 años) betanceiro que juega en el Mallorca y responde por el nombre de Paco Buyo, al que suma al andaluz Andrés, procedente del Rayo Vallecano. El club paga 3 millones de pesetas por la propiedad de Pousada, que el ejercicio anterior juega cedido por el Barça. Cedido por el Real Madrid llega el volante Manolo Castro. También ficha por casi 2 millones de pesetas al polivalente Juan Ignacio Núñez (Sestao). El delantero argentino Juan Carlos Merlo (Temperley) llega a cambio de 45.000 dólares, después de los fiascos con otros arietes a prueba durante el verano, como el brasileño Roberto, el paraguayo Vicente Raúl Jara o el alemán Reinhard Kuzaj. Junto a Jara juega el Trofeo Ciudad de Vigo el defensa argentino Héctor Jorge Cabezal, que tampoco firma.

 

Héctor Rial, leyenda del Real Madrid, sustituye en el banquillo a Cheché Martín. El hispano-argentino, con amplia experiencia en Primera, sobre todo con el Pontevedra del ‘Hai que roelo’, llega de entrenar a la selección de Arabia Saudí. De Oriente Próximo recomienda la contratación del defensa Tassin, que no llega a producirse.

 

Al Deportivo le cuesta horrores ver portería, por lo que pronto se vislumbra que el único objetivo por el que va a luchar es mantener la categoría. Esa carestía goleadora se refleja en unos pobres resultados en Riazor donde, si bien solo sufre una derrota —ante el Barcelona Atlètic (2-3) en la 30ª jornada—, deja escapar nada menos que 9 empates.

 

Es cierto que el Deportivo solamente pierde uno de los primeros 7 partidos, pero también gana únicamente uno. El resto, 5 empates, que dejan al equipo en media tabla. Tras la 13ª jornada, con el equipo en la undécima posición, Rial es destituido. Cheché Martín vuelve a coger las riendas aunque tampoco consigue que el Deportivo despegue. Después de 15 jornadas es relevado  por el entrenador del Fabril, José López, con el Deportivo en una engañosa octava plaza, ya que el primer puesto de descenso está a solo 3 puntos. Las tres derrotas con López al mando acercan el abismo a un punto. Juanito Arza es llamado para salvar al equipo. Con el técnico navarro, los blanquiazules mejoran sus prestaciones. El Deportivo gana sus 3 últimos partidos en casa y saca 2 empates lejos de Riazor, resultados que le alejan del peligro. Con una victoria en la penúltima jornada, en Riazor ante el Levante (2-1), merced a un doblete de Alfonso Castro, el Dépor logra la permanencia matemática. Aunque el equipo no llega a pisar la zona de descenso, durante gran parte de la temporada es una amenaza real. El curso acaba con una undécima plaza y 36 puntos, solo 2 por encima del Pontevedra y el Levante, que con 34 pierden la categoría junto a Sant Andreu (33) y Barça Atlètic (30).

 

El Dépor anota 40 goles en 38 jornadas, una de las peores cifras anotadoras de su historia. Un defensa, Juan Carlos Piris, es el máximo goleador del equipo con 7 tantos, 4 desde el punto de penalti. Pese a su juventud, Buyo juega los 3.420 minutos del campeonato. La formación más habitual es la compuesta por Buyo; Pardo, Gallego, Piris, Richard; Pancho García, Núñez, Albino; Piño, Pousada y Rabadeira, aunque también disfrutan de la titularidad en la mitad de los partidos Pepe Vales (20) y Manolo Castro, Ballesta y el argentino Merlo (17 cada uno).

 

1982-83: A un gol de regresar a Primera

Imagen editada
El once del Deportivo que cayó ante el Rayo Vallecano (1-2) en la última jornada del curso 1982-83 | CEDIDA

El curso 1981-82, después de ascender desde Segunda B de la mano del Celta, lo completa el Deportivo con solvencia, en la duodécima posición con nada menos que 11 puntos sobre el descenso. Para comenzar con fuerza la campaña 1982-83, el gran fichaje es Arsenio Iglesias. El técnico arteixán vuelve al equipo de sus amores diez temporadas después de marcharse al Hércules, con la intención devolver a Primera a un Deportivo que ya lleva una década sin pisar la división de honor. La plantilla recibe pocos refuerzos. El principal es el de Ortiz, delantero cedido por el Real Madrid. Junto a él llegan el peruano William Huapaya (Alianza de Lima) y el hondureño Héctor Zelaya (Motagua). ‘Pecho de Águila’, autor del gol del histórico empate de los ‘catrachos’ ante España en el Mundial 82, no llega a debutar con la camiseta blanquiazul por una grave lesión de rodilla. Ya en el tramo final de la temporada, la directiva presidida por Jesús Corzo consigue la cesión del delantero argentino Osvaldo Héctor Damiano, del América de Cali, tras probar, sin éxito, a otros puntas extranjeros como el también argentino Norberto Luis Ottaviani, el paraguayo Fidel Ramón Miño y el exótico Fitzroy Samoth, británico-estadounidense de origen jamaicano.

 

A Coruña acaba de estrenar el estadio de Riazor, sede del Mundial 82. El Deportivo debuta en el mismo durante la pretemporada, el 20 de agosto con un amistoso ante los mexicanos de los Pumas de la UNAM. Lo hace con una derrota (1-3), que en nada hace presagiar lo que viene por delante. Una vez comenzada la Liga, el Deportivo gana sus primeros 11 partidos en su nuevo recinto. Alavés (1-0), Oviedo (3-1), Córdoba (4-0), Cartagena (5-0), Hércules (2-1), Cádiz (2-0), Castilla (2-1), Barça Atlètic (1-0), Sabadell (3-1), Linares (2-0) y Castellón (5-1) besan la lona del nuevo Riazor. El primer varapalo llega en la jornada 23, con el Dépor instalado en los puestos de ascenso desde seis semanas antes. Es segundo con 28 puntos, cuando suben directamente los tres primeros, antes de recibir al Palencia. Los castellanos se llevan los dos puntos de Riazor (0-2) en un partido en el colegiado andaluz Caetano Bueno expulsa con roja directa a tres deportivistas en menos de diez minutos: Traba (m.42), José Luis (m.43) y Marro (m.49). 

 

El equipo mantiene el ritmo y, pese a un bache de tres derrotas en las jornadas 28, 29 y 30, con derrotas en Alicante (2-0), ante el líder Murcia en Riazor (0-1) y en Cádiz (1-0), llega al tramo final con las opciones de ascenso intactas.

 

Porque a la racha de derrotas le sigue una secuencia de victoria en casa y empate fuera durante cinco jornadas. Solo la rompe la victoria en Sabadell (1-2). Los blanquiazules son terceros, con dos puntos de ventaja sobre el Cádiz, cuarto, cuando solo restan dos jornadas por disputar. El biscotto en Jaén ante el Linares (0-0) deja la resolución para la última jornada. Al Deportivo le vale un empate frente a un Rayo que es décimo, sin nada en juego clasificatoriamente hablando. Sin embargo, los deportivistas caen ante los vallecanos (1-2), lo que da el ascenso al Mallorca pese a su derrota en el Bernabéu ante el Castilla. Casualmente, los defensas rayistas Izquierdo y García Jiménez fichan poco después por el conjunto balear.

 

Un gol decanta el empate a 46 puntos con el Mallorca por el tercer billete a Primera. Los baleares se imponen en el Luis Sitjar por 3-0, mientras los coruñeses lo hacen por 3-1 en Riazor. Ese tanto del exbético López en A Coruña resulta a la postre decisivo, porque la diferencia general (+22 para el Deportivo y +17 para el Mallorca) habría favorecido a los blanquiazules. En el plano individual, es la temporada de la consagración de José Luis Vara. El esteirán es el máximo goleador de la categoría con 16 dianas, hecho sin precedentes en el fútbol español al tratarse de un centrocampista. Traba firma otros 12 tantos. El equipo tipo de la temporada lo forman Jorge; Carreras, Piña, Ballesta, Silvi, Moreno, Peralta, José Luis; Vicente, Traba y Ortiz (Muñoz).

Año II después del barro, capítulo 3

Te puede interesar