A pesar de que solo dispone de 21 años en su DNI, Mario Soriano ha experimentado una progresión más que notable en su segundo ejercicio en el RC Deportivo de La Coruña, con unas estadísticas que revelan la importancia que este canterano del Atlético de Madrid ha tenido en el proyecto recientemente finalizado 22-23.
No en vano, el ‘10’ ha sido un auténtico fijo para los tres entrenadores que se han sucedido en el banquillo de Riazor, Borja Jiménez, Óscar Cano y Rubén de la Barrera.
Hasta el punto de que Soriano fue el jugador de campo con más minutos de juego a lo largo de la campaña regular (2.917); solo el cancerbero Ian Mackay lo superó en cuanto a presencia (3.122).
Buen entendimiento con los delanteros
Soriano ha demostrado una gran capacidad asociativa con el resto de sus compañeros, en especial con los de ataque, habida cuenta de que ha brindado seis asistencias de gol, además de sus ocho conversiones.
Lucas Pérez, Alberto Quiles o Max Svensson se vieron beneficiados de su visión de juego y generosidad en el pase, aprendiendo también a echar un cabo en defensa cuando fue necesario.
Un exceso de celo le jugó una mala pasada en Badajoz, cuando una entrada a destiempo suya fue penalizada con roja directa y dejó al equipo en inferioridad en una cita en la que el Deportivo acabaría sucumbiendo (1-0) en la última acción del encuentro.
Más cómodo en casa que como visitante
El rendimiento del ‘10’ ha ido en consonancia con el del Depor en general, mucho más inspirado como local en Riazor que fuera de casa, donde sufrió mucho más de lo esperado.
No en vano, Mario Soriano sufrió marcajes durísimos que no siempre fueron castigados con faltas ni amonestaciones para las escuadras rivales.
En relación a su efectividad ante el marco contrario, el ex del Atlético de Madrid rubricó seis de sus ocho tantos en A Coruña, mientras que como visitante apenas marcó en dos ocasiones, en Algeciras y Salamanca.
Discreto en el playoff y con un año más
Al contrario que el pasado curso, donde sobresalió en la promoción de ascenso (contra Linares y Albacete), en el final de la temporada 22-23 Soriano dio la impresión de llegar con la gasolina un tanto justa.
La baja por lesión de otro ‘superclase’ como Alberto Quiles frente al Castellón fue un hándicap más para un futbolista acostumbrado al pase constante y preciso.
Ni en el estadio de Riazor ni en Castalia dispuso del acierto necesario para guiar al RC Deportivo hasta la final del playoff.
Con contrato en vigor hasta junio de 2024, todo hace indicar que seguirá siendo uno de los referentes ofensivos del club, si bien la nueva Dirección Deportiva de Fernando Soriano deberán valorar su continuidad o la posibilidad de una venta que proporcione beneficios económicos a la entidad.
En la votación del MVP del ejercicio 22-23 que los aficionados deportivistas realizan en este diario (trofeo dxt-Víctor Gómez Lage), Soriano fue el segundo más votado, solo por detrás del goleador Alberto Quiles.
