Álex Bergantiños: "El fútbol español debería mirarse ese miedo a cambiar cosas"
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Álex Bergantiños: "El fútbol español debería mirarse ese miedo a cambiar cosas"

Álex Bergantiños: "El fútbol español debería mirarse ese miedo a cambiar cosas"
Álex, durante su visita a nuestra redacción en el Palacio de la Ópera | Javier Alborés

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Acostumbrado a engrandecer el escudo del Deportivo durante su etapa como futbolista (vistió la blanquiazul 336 veces con el primer equipo y otras 152 con el Fabril), Álex Bergantiños también lo ensalza ahora como consejero del club. El de La Sagrada llegó a partirse la cara de manera literal por el equipo de su corazón y de su ciudad, aunque le costara disgustos desagradables e inexplicables durante los últimos años. El eterno capitán visitó el Palacio de la Ópera, donde se encuentra nuestra redacción, para convertirse en el protagonista de un podcast grabado en dos partes. Hoy ofrecemos la primera mitad de una interesante entrevista que mañana se completará con el segundo fragmento.

 

Excompañeros, exentrenadores, rivales... todos han hablado siempre maravillas de ti. ¿Cómo se consigue?
Seguro que encuentras a alguien que no piensa lo mismo.

 

Quizá, Tebas. 
Sí (ríe), Ése es otro capítulo. No sé. A mí me apasiona el fútbol desde pequeño y ha sido mi manera de vivir. Siempre lo he intentado hacer desde los valores de respeto tanto al compañero como hacia el rival que me han inculcado en casa y mis entrenadores, tanto en el Imperátor como luego ya en el Depor. Cuanto más arriba estás, es más difícil luchar contra esos egos porque los que llegan a profesionales siempre han sido los mejores.  El fútbol es una profesión extraña porque los empleados son los que tienen más fuerza y ganan más dinero que sus jefes. Desde pequeño todo tu entorno te dice que eres el mejor y es así, si llegas a profesional. Aislar eso y ver que cuando estás arriba el de al lado igual también tiene el mismo mérito que tú, es difícil. Soy el primero que cuando no jugaba me enfadaba y buscaba la excusa de que si era el entrenador, que si el compañero... Pero he intentado que eso nunca afectara al respeto al compañero y al ponerme en el lugar del de al lado. Dentro de que todos tenemos nuestros egos, he intentado ser siempre el mismo, mantener esa estabilidad, mis amigos de siempre y mi familia. Y luego intentar disfrutar de la profesión con las cosas buenas y malas que tenías en el día a día, pero siempre desde el respeto.

 

 

¿Te arrepientes de algo?
No. Si te sientes vacío cuando terminas una faceta de la vida es porque has hecho todo lo que podías. Podemos hablar de traumas deportivos, de Mallorca, de aquel gol que no entró, del playoff, de Albacete... Son cosas más deportivas, pero durante mi carrera me he entregado al máximo, he hecho todo lo que he podido.

 

Si te sientes vacío cuando terminas una faceta de la vida es porque has hecho todo lo que podías

 

¿Cuáles son el mejor y el peor momento de tu carrera? ¿Aquella detención policial?
Ahora que está en la actualidad el tema de la Federación y demás, con el tiempo vas analizando y vas viendo cosas y entiendes cómo fue todo. Aquí se nos quiso silenciar. Más allá de que la jornada fuera o no unificada, el Depor iba a descender igual y demás, pero lo que se buscó desde Madrid fue eso. Con el poder mediático que ellos tienen, principalmente con las figuras de Tebas y Rubiales en ese momento, buscaron silenciar todo eso y buscaron dejarnos de llorones en el Depor. ‘Como descienden, se están quejando’. No, aquí se estaba quejando toda la ciudad porque se estaba jugando con la vida de las personas.

 

Eso también construye tu figura como hombre importante del Depor y A Coruña.
En el momento estás más desubicado y te sorprende, pero con el tiempo lo analizas y estoy satisfecho por cómo afronté ese tipo de situaciones, que no fueron agradables. Estoy orgulloso de cómo lo hice.

 

¿Es Tebas el mayor enemigo del deportivismo o también lo es Rubiales?
No sé hasta qué punto hubo en eso también algo de paripé... a ver si no viene ahora la policía (ríe). Hubo paripé ahí en muchas cosas que hicieron, tanto Federación como LaLiga como el CSD. Se taparon muchas cosas. Ver cómo se gestionó todo, que pareciera que no pasaba nada y luego ver que salían haciéndose una foto diciendo que daban 200 millones para otros deportes... No sé si es querer tratar a la población por tonta o es más ‘pues mira, hacemos esto y como es fútbol, todo vale’. Da que pensar de cómo somos como sociedad, pero es difícil luchar contra eso porque tienen mucho poder y manejan demasiadas cosas. Tenemos ahora el ejemplo de Rubiales. ¿Cuántos clubes de esta categoría se han atrevido a hacer un simple comunicado? Es esa cultura del miedo que está muy arraigada y es difícil.

 

Tienen mucho poder y manejan demasiadas cosas. Tenemos el ejemplo de Rubiales. ¿Cuántos clubes de esta categoría se han atrevido a hacer un simple comunicado?

 

El Depor sí ha dado la cara. 
Hay ese miedo a manifestarse o a cambiar cosas, no vaya a ser que me perjudique. Es algo que también debería mirarse el fútbol español.

 

¿Qué momento bonito de tu carrera te viene a la cabeza? 
Me vienen varios. El más impactante fue el primer ascenso a Primera. Yo debuté con 26 años en el primer equipo después de muchas cesiones. Ya había jugado en primera con el Jerez, pero era la primera vez que estaba como miembro de la primera plantilla y ese año jugué 42 partidos, hicimos récord de puntos, ascendimos en un Riazor abarrotado y con toda la ciudad en la calle. Fue culminar el sueño de pequeño y decir ‘he llegado a donde yo veía los partidos de Champions, estoy jugando en ese estadio, con mi gente, mi familia, vistiendo esta camiseta y siendo importante’. Fue un momento mágico. Luego pondría a ese nivel los derbis de Primera contra el Celta y los partidos contra el Barça, encima participando y metiendo goles. Ese año con Víctor (Sánchez del Amo), con Lucas y Luis Alberto, que estábamos sextos en la primera vuelta en Primera División. Además, jugaba con Mosquera, teníamos tres coruñeses en el once en Primera, compitiéndole al Barça y demás grandes... Creo que fue mi ‘top’ de futbolista. Llegar a eso, competir ante esos grandes equipos y siendo útil, creo que es el momento que más recuerdo, más allá de los momentos puntuales de meterle un gol al Barça, que es más mediático. A nivel de juego fue mi ‘top’ y, además, en el club de mi ciudad y con compañeros de la ciudad. Fue muy bonito vivir.

 

Y con los Riazor Blues y todo el estadio coreando tu cántico.
Sí, ahora me viene a la mente otra vez el año de Oltra de Segunda. En las primeras jornadas metí un doblete, que creo que es el único doblete de mi vida (ríe) y, además, a pase de Valerón, que era mi ídolo de la infancia. Verte ahí en Riazor, con la gente cantándote, metiendo dos goles y que tengas que agradecerle a tu ídolo que te haya dado la asistencia es algo maravilloso con lo que cualquier chaval que quiera jugar al fútbol sueña desde pequeño.

 

Creo que con mis condiciones he llegado a mi máximo potencial y he disfrutado al máximo de mi carrera

 

¿Te sientes realizado como futbolista? 
Totalmente. Creo que con mis condiciones he llegado a mi máximo potencial y he disfrutado al máximo de mi carrera con 20 años de profesional en el club. He llegado a Primera División, con más de 100 partidos, y más de 500 entre Primera, Segunda y Segunda B. Me han respetado las lesiones, he sido importante prácticamente todos los años y no se puede pedir más. Cualquier chaval que empiece ahora sueña con eso, con llegar a ser profesional y llegar a Primera División, y yo lo he conseguido. Así que estoy plenamente realizado con todo lo que he conseguido en mi carrera futbolística.

 

¿De qué estás más orgulloso? 
Siempre quieres estar lo más arriba posible durante el máximo tiempo, pero me quedo con cómo he ido quemando etapas poco a poco. Siempre cuento que yo fui de Tercera a Segunda B, de Segunda B a Segunda y de Segunda a Primera. Siempre he ido marcándome pequeñas metas a corto plazo y con humildad, sabiendo dónde estaba mi límite. Ese ha sido el secreto, ir arañando poco a poco e ir intentando aprender para dar un saltito más y para competir con los que son mejores que tú. Y ya en la recta final, también bajar escalones con naturalidad, que también hay que saber adaptarse y saber las limitaciones que puedes tener. He tenido el privilegio de hacerlo en mi club, sobre todo por desgracia para el deportivismo por esta caída que ha tenido el club, pero siempre intentando aportar y sabiendo que daba el nivel para ayudar. También por esa otra faceta como aficionado que soy del Depor desde siempre. Por eso siempre he intentado aportar y ayudar al máximo.

Álex Bergantiños: "El fútbol español debería mirarse ese miedo a cambiar cosas"

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