La segunda vuelta comenzó con una jornada redonda para el Deportivo. Pincharon los tres equipos que le precedían y ganó su partido. Pudo golear, pero lo sacó adelante por la mínima con el cuarto gol de Lucas Pérez en tres partidos en Primera Federación. El encuentro se alargó hasta el minuto 101 y, no sin una dosis de sufrimiento, los tres puntos se quedaron en casa. 

Óscar Cano apostó por la vuelta de Víctor Narro al once para jugar con extremos. El técnico dejó a Isi Gómez en el banquillo. Fue la gran sorpresa de la alineación. A ella regresó Antoñito para jugar en el lateral derecho y permitir que Diego Villares recuperara su posición en la medular, a medio camino entre su posición habitual y la de Rubén Díez, lesionado.  Edu Sousa se situó bajo palos por la sanción de Ian Mackay. El Depor formó con un 4-2-3-1 y el Rayo Majadahonda de Alfredo Santaelena dispuso un 4-1-4-1 en defensa que se convirtió en un 4-3-3 en ataque. 

Mario Soriano jugó como enganche, donde más cómodo se encuentra. El madrileño -y el Depor- no tardó en encontrar espacios en la retaguardia del equipo madrileño. A los cinco minutos filtró un pase para Quiles a la espalda de la zaga, el andaluz sirvió el centro y Lucas conectó en el punto de penalti, pero Ofoli se anticipó y logró interceptar el remate. 

El Deportivo logró recuperar el balón en campo contrario y generó una alta expectativa de gol, pero no vio puerta. Es lo que le faltó en el primer cuarto de hora. Quiles disparó fuera, con la zurda, un pase de Lucas en el minuto 12,  el ‘7’ envió alto una asistencia de Olabe tras robar el balón en tres cuartos y Villares no encontró portería tras una gran acción personal.

Además, el árbitro frustró un mano a mano de Lucas Pérez por un fuera de juego inexistente -lo rompía el lateral izquierdo del Rayo Majadahonda-.
El conjunto coruñés estuvo muy activado y su presión al rival fue muy efectiva. Villares fue el mejor en esa faceta. El Rayo Majadahonda, con una baja importante en defensa, la de Casado, dejó al descubierto muchas lagunas y los de Óscar Cano las supieron leer e interpretar, pero sin penalizarlas.

Careció el Deportivo de definición. Soriano fue un ejemplo. Tras un pase de Narro, disparó a los pies de Lucho García, que despejó a córner a los veinte minutos, y solo uno después malgastó un robo y pase de Villares. En su regreso a Riazor, el portero del Rayo Majadahonda se estaba cruzando, como en el partido de ida, en el camino del Depor hacia el gol.

Cambió el viento a la media hora en Riazor. Se recompuso el equipo visitante con cambio de sistema y buscó el cabezazo Ofoli en un centro lateral. El árbitro señaló un controvertido córner en el que nada pasó.

La intensidad fue máxima y también las faltas en el último tramo de la primera mitad. El Deportivo no estaba de acuerdo con el arbitraje. Olabe se llevó una amarilla antes del descanso. También la vio Villares tras el intermedio. 

La acción regresó al césped de Riazor con otro fuera de juego dudoso de Lucas y una rosca insuficiente de Quiles desde la frontal. Le pasó lo mismo, instantes después, a Lucas Pérez.

El Rayo Majadahonda se asomó a balón parado. Los saques de esquina siguen siendo un problema para el Deportivo, aunque, al menos, no encajó.
Cano no movió banquillo hasta pasado el minuto 70. Para entonces, Alfredo ya había introducido tres. Isi Gómez y Yeremay sentaron a Olabe y Narro. 

El canario tuvo el gol en cuestión de segundos tras una recuperación en campo contrario de Lucas Pérez con una transición rápida que Yeremay no transformó ante Lucho García, agigantado. También detuvo abajo otro disparo de Mario Soriano. 

El gol de Lucas y la lesión de Isi
No había forma de que el Deportivo le superara hasta que apareció en el partido Lucas Pérez. Fue en una jugada que comenzó en los pies de Isi Gómez, al que se le acabó ahí el partido, continuó Antoñito por la derecha y culminó el de Monelos en el área con un remate que llegó a tocar Lucho pero que acabó en el fondo de la red. Isi se llevó un pisotón de Zozulya en la mano y dejó el campo muy dolorido. Álex Bergantiños le sustituyó. 

El Deportivo pudo anotar el segundo con un disparo de Pablo Martínez que atajó en dos tiempos el portero del Rayo Majadahonda a los 87 minutos y Riazor -y el equipo- tuvo que sufrir para celebrar la victoria. Once fueron los minutos de descuento, a los que el equipo majariego tendría que haber llegado con diez por una expulsión que mereció De Iriondo por una salvaje entrada a Soriano. Se quedó en amarilla y el Deportivo se vio obligado a contener en los estertores del duelo, hasta que en el 101 el árbitro señaló el final. 

Una semana después de la dura derrota con el Alcorcón, el equipo comenzó la segunda vuelta con tres puntos que le dejan a cuatro de los madrileños, líderes, y a dos del Córdoba y el Real Madrid Castilla, que no pasaron del empate en sus partidos. Ya no llueve tanto y el Depor, que ayer firmó a Lebedenko, vuelve a estar en la pelea por el ascenso directo.