El ascenso a Primera Federación del Fabril se antojaba como un anhelo, aunque la clasificación para el playoff ofreció a todos los deportivistas la licencia para soñar con ello. Sin embargo, el pasado sábado, el UCAM Murcia acabó con toda la esperanza del filial blanquiazul al imponerse en su casa con un solvente 3-1. El gol de Kevin, que puso el 2-1 en el electrónico, dio vida a los blanquiazules, pero el conjunto católico, solo unos minutos después, dio el golpe definitivo.
El equipo de Manuel Pablo cerró así la temporada 2024-25, diciendo adiós a la posibilidad de alcanzar la categoría de bronce del fútbol español. Y aunque ahora todo pese un poco más, la eliminación en semifinales del playoff no es quién de empañar una campaña que se alargó más de lo esperado, fruto del afán del cuadro deportivista.
Será complicado, sobre todo para la plantilla blanquiazul, hacer un balance positivo cuando la derrota aún es tan reciente. Pero el aprobado de esta campaña es mayúsculo si se tienen en cuenta los objetivos iniciales del equipo. Lo confesó Manuel Pablo en numerosas comparecencias de prensa y también lo hizo Kevin Sánchez en una entrevista ofrecida a DXT Campeón. Al principio de la temporada, la meta marcada era la de alcanzar la permanencia en Segunda Federación. Y solo unos meses más tarde, el cuadro blanquiazul estaba jugándose el ascenso.
Hubo que sufrir para alcanzar el playoff y soñar con Primera RFEF y, aunque es probable que tenga que pasar un tiempo de luto tras quedar apeados, se ha de valorar lo que en un inicio ni siquiera se planteaba como realidad. De hecho, solo la eliminación priva al conjunto blanquiazul de ganarse la matrícula de honor en la campaña 2024-25.
No es ese el único aspecto que hace declinar la balanza del Fabril hacia el lado del aprobado. El año del filial deja otros destellos que permiten que el sabor de boca final tire más hacia lo dulce que hacia lo amargo.
El asentamiento de los futbolistas juveniles en el Dépor B ya es un hecho. Son varios los que han debutado en la 2024-25, pero dos de ellos han logrado hacerse un hueco en el esquema del técnico grancanario, y ya cuesta incluso imaginarse un once del Fabril sin sus nombres.
Lo de Guerrero se veía venir. Inició la campaña con el 27 a la espalda, aunque lo cierto es que el club no tardó en dar un paso adelante con él y ofrecerle contar con dorsal del Fabril. Se enfundó el 7 y respondió de la mejor manera.
Cerró la liga regular siendo el segundo máximo artillero de la escuadra blanquiazul merced a sus siete dianas, junto a Álex Alfaro, con las mismas. Por delante solo tiene a Kevin Sánchez, que logró 10. También dio dos asistencias. Jugó en 32 jornadas de 34 y en su casillero personal acumula 2.245 minutos, erigiéndose así como el quinto futbolista de la plantilla del Fabril con más participación en esta campaña.
Ya entrenó a las órdenes de Gilsanz y ahora, sin ninguna competición que disputar, no extrañaría verle debutar con el primer equipo, que ya no se juega nada.
A diferencia de Guerrero, Manu Ferreiro inició la temporada con el Juvenil A. Sin embargo, las ausencias por lesión a las que ha tenido que hacer frente Manuel Pablo, le han abierto la puerta del Fabril de par en par. Asomó la cabeza en el Dépor B, aunque durante unas jornadas, alternó entre el equipo de su categoría, el Juvenil A, y el filial deportivista.
Lo cierto es que su desparpajo le permitió colarse de lleno en el esquema de Manuel Pablo y, a pesar de asentarse con la temporada avanzada, finalizó la liga regular con 1.069 minutos en 17 jornadas y logró dejar su firma en tres tantos y tres pases de gol.
No fue un año sencillo para el Fabril a nivel de ausencias. Desde el inicio de temporada, las lesiones han sido la plaga que ha tentado las flaquezas del filial blanquiazul, aunque sin éxito.
Una tormenta de salidas invernales, lesiones y la necesidad del primer equipo de recurrir a jugadores de categorías inferiores ha puesto a prueba la resistencia de la cantera. La escuadra más golpeada ha sido la del Fabril, que incluso tuvo que sobreponerse a un cambio de entrenador, propiciado por el despido de Idiakez y el ascenso de Gilsanz al primer equipo.
En enero, el Dépor B registró cuatro salidas y solo una llegada —Mane se incorporó y Quique Teijo (cedido), Hugo Villaverde (cedido), Dylan Iglesias y Fadil Montapon se marcharon—. Para colmo, Manuel Pablo tuvo que hacer frente a las lesiones de larga duración de Aarón Sánchez, Pereira, Noé Carrillo y Pablo García.
Al Fabril no le importó nada de eso. Los jugadores se han vaciado durante la liga regular, y también durante las semifinales del playoff. Y aunque ahora la nube de la decepción tras caer ante el UCAM Murcia quizás no deje ver el aprobado, con el tiempo todo se vislumbrará desde otra perspectiva.