Esther Sullastres: “El Dépor fue familia para mí, me cuidó y me dio cobijo cuando estuve lesionada”
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Esther Sullastres: “El Dépor fue familia para mí, me cuidó y me dio cobijo cuando estuve lesionada”

Esther Sullastres: “El Dépor fue familia para mí, me cuidó y me dio cobijo cuando estuve lesionada”
Sullastres, en su etapa como deportivista | Archivo El Ideal Gallego

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Cuando todos los caminos llevaban su carrera deportiva hacia la retirada, el Deportivo llamó a su puerta. No dudó en subirse a ese tren y, con la elástica blanquiazul, Esther Sullastres Ayuso (Torroella de Montgrí, Girona, 1993) emuló al ave fénix. Resurgió para convertirse en una de las mejores porteras de la Liga F y este domingo vuelve a Riazor. Lo hará para defender los intereses del Sevilla, equipo al que se marchó en 2021, aunque el cariño que le guarda al Dépor se mantiene intacto.

 

¿Qué tal se vive teniendo un tramo final de temporada tranquilo?
Estamos tranquilas, claro. Nos salvamos con el punto logrado en el derbi hace dos jornadas. Ahora en estos partidos que quedan nos hemos puesto unos objetivos para mejorar cosas de años anteriores. Tema de goles encajados, de porterías a cero... Porque cuando ya no te juegas nada, es difícil encontrar un objetivo común.

 

¿Cómo calificaría esta campaña?
Le pondría un 7. Para muchos y muchas era una proyecto totalmente nuevo. Se fueron varias jugadoras, muchas de ellas titulares, llegó un cuerpo técnico nuevo, también hubo una bajada de presupuesto en el club... Sorprendentemente estamos a mitad de tabla, que es donde hemos estado estos últimos tres o cuatro años.

 

A pesar de todos esos cambios, llegan a las últimas jornadas con el trabajo hecho.
Sí, lo malo es que cuando se llega salvado a estas alturas, en las que no se puede aspirar a más y tampoco se puede descender, es complicado encontrar objetivos comunes. Es cierto que contra el Levante, por ejemplo, se notó al equipo más relajado a la hora de jugar, sin esa presión, y eso permite disfrutar más.

 

En 2021 se marchó del Dépor al Sevilla, cambió el norte por el sur.
Me costó porque fue un shock térmico brutal. Además vine en uno de los veranos más calurosos y lo pasé muy mal porque no tenía ni aire acondicionado ni ventilador. Estábamos a 44 o 45 grados, por la noche a 39... Era una locura para mí. Recuerdo que en A Coruña vivía en San Pedro de Visma y tenía muy buenas vistas, era todo muy natural, muy verde y aquí es todo muy marrón, el paisaje no acompaña tanto.

 

Durante su carrera ha ido viviendo la evolución del fútbol femenino.
Sí, no sabría decir cuál fue el punto de inflexión. Creo que podría decir que con la comercialización de los derechos de televisión he notado un cambio. Con respecto a las jugadoras, es un cambio más paulatino, pero ahora que ya se van filtrando nuevas generaciones, se va notando más. Las que van llegando están mucho más preparadas.

 

Equipos como el Dépor o el Eibar han abierto sus estadios para que juegue el femenino.
Eso ayuda. Cuando yo estaba en el Dépor, Abegondo siempre se llenaba. En muchos partidos incluso se quedaba pequeño. Había días que la afición tenía que ir al otro lateral, donde no había grada. Me parece muy bien que abran Riazor. La afición del Dépor siempre ha respondido. Es verdad que he notado que se ha llenado mucho contra el Barça y luego sí que bajó. Jugar en la ciudad es mucho más sencillo para que la gente acceda, así que está genial.

 

¿Cómo vivió esa etapa en la que estuvo sin equipo tras una lesión grave?
En mi cabeza sentía que me iba a retirar. Yo pensaba “bueno, si tiene que venir algo, que venga”. Mi prioridad era recuperarme, no tenía prisa. De hecho estuve un año y medio parada, o más. Al final llegó el Dépor y me agarré a ese tren porque pensé “a lo mejor es la última oportunidad”.

 

¿Dudó cuando recibió la llamada del Deportivo?
Sí, dudé. Recibo la llamada en Navidad. Fui allí y me estuvieron haciendo pruebas médicas. En esa Navidad ya me invitaron a firmar, pero dije que no porque me había matriculado en la carrera y tampoco estaba psicológicamente preparada. Después hubo un segundo contacto en abril y una segunda visita, donde ya me vieron preparada e incluso me ofrecieron jugar el playoff de ascenso. Pero a mí me parecía demasiado. Había personas que se lo habían currado toda la temporada y se merecían jugarlo. Ahí ya se acordó firmar un contrato, aunque no se subiese a Primera División.

 

Siete años después incluso volvió a la Selección Española. ¿Qué significó esa llamada?
Fue brutal, no me lo esperaba. Valoro mucho lo que cuesta estar y muchas veces depende no depende solo del rendimiento. Creo que he sido constante y muy currante. Me hecho un poquito de flores, pero creo que me lo merecía.

 

¿Cómo fue su salida del Deportivo?
Fatal. Lo pasé muy mal porque no me quería ir. Lo que pasa es que, en términos laborales y económicos, irme a Sevilla era una gran oportunidad. Y la aproveché. La profesionalización me ha pillado ya muy adulta y quise exprimir cada año que pueda en unas buenas condiciones para mi futuro. Yo estaba muy cómoda, me sentía muy acogida por el club, la gente, la ciudad... Fue una decisión que me costó muchísimo tomar, por eso lo recuerdo con mucha pena.

 

¿Qué recuerda de esa primera temporada con el Deportivo?
Recuerdo sobre todo la pretemporada. Nos enfrentamos a equipos de Primera en el Teresa Herrera, al Tenerife y al Madrid CFF y nos dieron un baño de realidad. Nos dimos cuenta de que teníamos que ponernos las pilas y ese fue un punto de inflexión. Teníamos la etiqueta de “cenicienta”, pero hicimos un muy buen inicio y la confianza fue tanta que después ya eran los otros equipos los que venían a Abegondo con cuidado. La pena fue que se tuvo que parar la liga por la pandemia, pero fue un año espectacular.

 

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Sullastres, en un partido con el Deportivo | Archivo El Ideal Gallego

 

Había un equipazo.
Sí, la verdad es que se hicieron muy buenos fichajes. Fue el descubrimiento de Athenea, de María Méndez... Había jugadoras con una calidad brutal como Nuria, Teresa, Alba Merino, Iris, que ahora está aquí conmigo... No me quiero dejar a nadie. Había un equipazo.

 

Al año siguiente se consumó el descenso. ¿Fue duro?
Mucho. Yo creo que se peca de éxito por el año anterior. Teníamos jugadoras que habían hecho tan buen año... Al final se fueron una por posición prácticamente. También fue muy difícil por la situación de la pandemia. Fue un año muy raro por todo.

 

Tan raro como que ese año descendieron cuatro equipos.
Qué rabia, sí. A veces lo comento con Iris —Arnaiz—, que fuimos el cuarto equipo por la cola y que en una liga normal, nos hubiésemos salvado.

 

A pesar de ese descenso, fueron los mejores años del Deportivo. ¿Guarda algún recuerdo con especial cariño?
Había muy buen grupo, muy buen rollo entre todas y los momentos de vestuario se quedan para siempre. A nivel deportivo, me acuerdo de la Copa de la Reina, cuando le aguantamos 118 minutos al Barça en su campo, creo que aquel fue un hito al alcance de pocos. También la Copa en Riazor, cuando le ganamos 7-2 al Valencia, vino mucha gente al campo, creo que unas 8.000 personas, fue brutal. O la remontada al Tacón, que íbamos perdiendo 3-0 en el minuto 82 y acabamos ganado 3-4. También recuerdo el primer partido, sobre todo por la incertidumbre del debut. Son momentos que recuerdo con mucho cariño.

 

¿Habla con Iris de esa etapa en el Deportivo?
Sí, ella estuvo muchos más años que yo, pero para mí esos dos años fueron suficientes como para tenerle mucho cariño al Dépor. Es verdad que al final salí, pero jamás podré hablar mal, porque el Dépor fue familia para mí, me cuidaron, me ofrecieron cobijo cuando estuve lesionada y eso se lo agradeceré siempre.

 

Este domingo vuelve a Riazor.
Será especial. Es verdad que lo comenté con Iris y pensamos que también nos haría mucha ilusión volver a Abegondo. Pero es que Riazor es un estadio histórico, entonces también nos vale. Será un partido complicado porque ellas necesitan puntuar.

 

¿Hay alguna jugadora con la que cree que debe tener el Sevilla un especial cuidado el domingo?
A mí personalmente, como portera, me gusta mucho Millene. Tiene todo lo que a mí me gusta que tenga una delantera. Encara, tiene regate, es veloz, tiene disparo, tiene recursos... También me gusta Ainhoa. E Inês está haciendo muy buena temporada.

 

Se verá un buen duelo en la portería. Inês es la guardameta con mejor promedio de paradas de la Liga F, y la segunda es usted.
Sí, aunque yo siempre digo que cuanto menos tenga que intervenir en un partido, mejor (risas). Eso significa que el equipo está bien. Pero sí, Inês es muy buena portera, está haciendo muy buena temporada y gracias a ella el Dépor ha podido sacar muchos puntos.

 

¿Ve al Deportivo salvado?
Yo virtualmente las veo salvadas. Es verdad que lo digo desde una posición cómoda como es la mía, estando salvada. Pero el Betis lo tiene muy complicado porque juega contra el Barça. El Valencia ha remontado bastante, pero también tiene que jugar contra el Real Madrid, así que será muy complicado. Para mí el Dépor juega muy bien. 

Esther Sullastres: “El Dépor fue familia para mí, me cuidó y me dio cobijo cuando estuve lesionada”

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