La dirección deportiva se ha puesto las pilas en el mercado de fichajes estival. Después de una temporada en la que el Deportivo se asomó al abismo del descenso, el club ha apostado por reforzar a la plantilla para dar un paso adelante en Liga F y dejar atrás cualquier pelea que tenga que ver con perder la categoría. Reforzaron la defensa con las llegadas de Merle Barth, Sara Extremera, la prolongación de la cesión de Marina Artero y la promoción desde el filial de Elena Vazquez. Además, mantuvieron el grueso en el medio del campo y lograron hacerse con los servicios de Olaya Enrique y de Colette Cavanagh. Por último en el ataque, una de las tareas pendientes, tras fichar a Espe Pizarro y subir a Monte, pusieron la guinda el pasado lunes con la cesión de Marisa García, procedente del Real Madrid B.
Con Kevin Cabado a los mandos, la dirección deportiva tenía la misión de rearmar el ataque con artillería fiable. De las cinco bajas anunciadas el 23 de mayo, cuatro se corresponden con jugadoras de corte ofensivo: Hmírová, ADT, Bennett y Nkor. Con sus salidas, el ataque del Deportivo se quedaba más huérfano que nunca. De hecho, el club afrontó el mercado estival con solo tres futbolistas en la zona de los goles.
Es cierto que el nombre de las jugadoras que el club blanquiazul tenía atadas rebajaba cualquier tensión que pudiera surgir: Bárbara Latorre, Ainhoa Marín y Millene Cabral.
La zaragozana renovó de forma automática por la consecución de los objetivos marcados en su contrato; Ainhoa reforzó su compromiso con el Deportivo hasta 2028 en diciembre y Millene hizo lo propio en abril, hasta 2027.
Tras los fichajes fallidos de Hmírová, Bennett y Nkor, el objetivo estaba claro: rodear a Ainhoa y a Millene, pilares impenitentes del Deportivo, de jugadoras que ofrecieran garantías.
En el curso pasado, la dependencia en ataque de Millene y Ainhoa fue casi total. No quiere decir eso que sea malo, sino que su talento les permitió estar un escalón por encima para aupar al equipo a la salvación. A eso se sumó la fortuna de que no hubo que lamentar ninguna lesión de gravedad que pusiese en entredicho la permanencia.
Sus números hablan por sí solos. La artillera brasileña se consagró como la máxima goleadora de la plantilla con seis dianas. También aportó tres pases de gol. Pero su influencia en el juego más allá. Millene con el esférico en sus botas es sinónimo de peligro para el equipo rival.
Lo mismo ocurrió con Ainhoa. La extremo catalana firmó tres dianas y seis asistencias. Fue un dolor de cabeza constante para las defensoras rivales y, por si fuese poco, se empleó en defensa siempre que el equipo lo requirió.
No se puede hablar de la zona ofensiva del Deportivo y no mencionar a Olaya. Aunque no jugó toda la temporada como extremo merced a su polivalencia, en su primera campaña íntegra en la máxima categoría, demostró por qué es uno de los diamantes del fútbol español. Firmó cuatro goles y una asistencia y se convirtió en imprescindible para Fran Alonso.
Desde que el Deportivo selló la permanencia en Liga F en la penúltima jornada, el foco pasó a los despachos. Incorporar una extremo y una delantera era prioritario y así fue. Primero llegó Espe Pizarro, una jugadora asentada en la categoría que sumará desparpajo a la línea más cercana a la portería rival. Con la delantera charrúa, el cuadro deportivista ha firmado gol y descaro.
Con un poco más de suspense llegó Marisa García. La recién campeona de Europa con la selección sub-19 firmó por un año en calidad de cedida por el Real Madrid B. Es una de las delanteras con más proyección del panorama nacional y el Deportivo busca en ella incorporar a una futbolista de hacer gol con poco.
Parece complicado pensar en que Marisa se convierta en titular por delante de Millene, sobre todo por la experiencia de la brasileña en Liga F. Sin embargo, la joven promesa imprimirá competencia por el puesto, así como garantías en el recambio.
Los dos fichajes complican todavía más el asentamiento de Monte en el conjunto que dirigirá Fran Alonso. Aunque la viguesa pasó a tener ficha del primer equipo, los minutos en Liga F están más caros que nunca. En la misma situación está Carlota. Ambas tendrán la pretemporada para convencer al técnico madrileño y, de no ser así, buscar una cesión que les permita ganar minutos.