Inevitablemente, es cuestión de días que se anuncie que Athenea del Castillo se desvincula del Deportivo Abanca y que se compromete con un club de Primera Iberdrola. Ha sido una de las mejores jugadoras del equipo esta temporada y sus convocatorias y minutos con la Selección Española Absoluta han incrementado considerablemente su caché. Por todos esos motivos, por sus goles y por su electricidad en ataque resulta impensable imaginar que la cántabra compita la próxima campaña en Reto Iberdrola con el Depor. Si mañana juega ante el Athletic, hará su último baile con el equipo blanquiazul, al menos hasta que el Deportivo recupere la Primera Iberdrola.
Aunque su salida será una noticia negativa tanto para el Deportivo como para el deportivismo, que esta temporada no pudo disfrutar en condiciones de los partidazos de Athenea en Abegondo, la cántabra lo ha dado todo por su equipo hasta el último momento: en situaciones favorables –pocas esta temporada– y, sobre todo, en los momentos delicados, en los que tiró del carro como si fuese una veterana.
A ella no le hace falta gritar o dar órdenes para liderar a un equipo en ataque, Athenea es de las que hablan con el balón en los pies, con desmarques vertiginosos, con conducciones a una velocidad impresionante, al alcance de muy pocas jugadoras en España.
Aunque más breve de lo que le gustaría al Deportivo, el paso de dos temporadas de Athenea por A Coruña deja huella.
Si tiene la oportunidad contra el Athletic –Manu podría dar oportunidades a otras futbolistas– seguro se despide a lo grande. Nadie lo ha confirmado pero será su último baile.
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