Miguel Corral: “Ahora me importa ser reconocibles y que demos que hablar”
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Miguel Corral: “Ahora me importa ser reconocibles y que demos que hablar”

Miguel Corral: “Ahora me importa ser reconocibles y que demos que hablar”
Miguel Corral, entrenador del Ural, da indicaciones durante el último partido de la primera fase disputado en A Grela ante el Deportivo | javier alborés

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El Ural comenzará el próximo 11 de abril la segunda fase en División de Honor Juvenil con la permanencia en el bolsillo. Un éxito rotundo para un equipo que, después de unos días de incertidumbre debido a la lucha abierta en los despachos entre Conxo y Pabellón, recibió la confirmación, por parte de la Federación Española, de su presencia en el subgrupo C por la Copa de Campeones. Objetivo cumplido para el conjunto dirigido por un Miguel Corral satisfecho y con ganas de que sus jugadores disfruten.


¿Cómo te sientes habiendo conseguido la permanencia con el Ural tan pronto?

Estoy muy contento con la progresión de mis jugadores, su trabajo en cada una de las 120 sesiones de entrenamiento ha sido brutal y los resultados lo avalan. Era un año muy complicado por todo. Apostamos por un equipo complemente nuevo, muy joven, y afrontábamos una competición muy corta sin margen de error con seis descensos. Después de los momentos tan malos del principio, es una satisfacción enorme para los jugadores, para el cuerpo técnico, coordinador y directiva.


¿En qué punto está la reclamación del Pabellón?

El Pabellón tiene pendiente una resolución del Comité de Apelación de la RFEF. En primera instancia, el Comité de Competición falló a favor del Conxo. A nosotros lo que nos dicen oficialmente por escrito desde la Federación Española es que el 11 de abril tenemos que estar en Mareo para jugar contra el Sporting de Gijón y el 30 de mayo tenemos que acabar en Santander contra el Racing de Santander. Hasta ahí podemos leer.


Os costó mucho lograr el primer triunfo del curso. ¿Cómo fue ese primer tramo de liga?

El primer tramo de liga fue horrible, lo pasamos realmente mal. Todos teníamos muchas dudas y se nos pasó por la cabeza que en esta liga tan corta donde no hay margen de error podíamos caer, al final salimos adelante.


¿Cuál fue el punto de inflexión?

El punto de inflexión fue el partido en A Cheda contra el Lugo. Ese día sabíamos que si perdíamos quedábamos muy descolgados, teníamos enfrente a uno de los mejores equipos de la categoría. Hicimos un partido muy completo, trabajamos toda la semana en base a un sistema que no habíamos utilizado con dos delanteros. Ubicamos a cuatro mediocentros y tratamos de defender con las líneas muy juntas y aprovechar los espacios en las transiciones. Desde aquel día el camino a seguir fue ese, una defensa organizada en repliegue, difícil de superar, y basar nuestras transiciones en contraataques cortos. Algo que cambiamos fue nuestra forma de atacar. Al principio en nuestros ataques posicionales tratábamos de saltar las líneas del rival mediante pase corto desde nuestra portería. En A Grela nos costaba mucho hacerlo, los rivales con poco nos hacían daño. Desde Lugo nuestros ataques son a partir de campo contrario y que nuestros jugadores de talento intervengan cerca del área rival.


Un caso positivo de COVID en la plantilla os obligó a parar 20 días y después a jugar 6 partidos en menos de 3 semanas. ¿Cómo gestionasteis todo ese tramo de competición?

Tuvimos que controlar mucho las cargas de trabajo, incluso teníamos jugadores importantes con problemas físicos que tenían que entrenar aparte del grupo para poder jugar dos partidos por semana. No podíamos hacer planes de partido en base al rival porque no había tiempo y lo centramos todo en nosotros, en seguir esa idea de equipo fuerte y rápido. Lo llevamos mucho también por el aspecto emocional, conseguir una motivación extra que nos hiciera competir a nuestro máximo nivel.


La mayoría de equipos que se ven obligados a parar por culpa del COVID sufren en los siguientes partidos pero vosotros mejorasteis el rendimiento. ¿Cómo lo explicas?

También sufrimos y mucho. Hubo partidos que nos costó sacar adelante y en Santiago (contra el Conxo) por momentos lo pasamos realmente mal. Ganar un par de partidos, aunque fue sufriendo, nos hizo coger mucha confianza y ver que podíamos meternos entre los cinco primeros.


¿Por qué se ha salvado este Ural? ¿Qué ha sabido hacer bien a nivel de juego?

A nivel de juego empezamos siendo un equipo que trababa de dominar al rival en base a ataques posicionales, donde nuestros inicios de juego eran en corto y donde en campo contrario tratábamos de generar ventajas y movilidades que desestructuraran a los contrarios. Elegimos ese camino los primeros partidos por los jugadores que habíamos incorporado y porque yo entendía que al enfrentarnos a todos los equipos gallegos, la liga bajaba un poco el nivel y podíamos dominar los partidos. Los resultados no llegaban y siempre buscas cambiar, dar un golpe de timón. El equipo fuera de casa nunca perdía, nos adaptábamos muy bien en superficies grandes con espacios, pero llegábamos a A Grela y bajábamos mucho el nivel en un campo pequeño y por la superficie y el bote del balón. Como dije antes optamos por un modelo de juego que nos hiciese ser más fiables en un contexto como A Grela. Creo que acertamos.


¿Hay margen de mejora?

En estas edades hay mucho margen de mejora. Siempre digo que nosotros tratamos de preparar a nuestros futbolistas para Tercera División o para Preferente, que es donde va estar su realidad y que cuando lleguen a esas categorías vayan preparados para dominar el mayor números de situaciones de juego. Trabajamos con ellos la táctica individual y de forma específica por puestos para que sean lo más completos posible y que eso nos ayude a mejorar de forma colectiva.


¿A qué puede aspirar este Ural en la segunda fase?

Aspiramos a hacerlo lo mejor posible, que los jugadores se suelten y que los vean competir contra los mejores. Ahora es cuando van a disfrutar de lo que es la División de Honor. No se juega en el campo 1 de Mareo todos los días. Que esta fase les sirva como experiencia, que sean valientes. Ahora, más que resultados, me importa que seamos reconocibles y demos que hablar. 

Miguel Corral: “Ahora me importa ser reconocibles y que demos que hablar”

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