Sinceramente, tengo que reconocer que me gusta mucho que los jugadores deportivistas salgan en defensa de su técnico en unos momentos tan complicados para él. Es lo mínimo que se les puede pedir. Gustará más o menos Gaizka Garitano al personal, pero en su vestuario blanquiazul (salvo Álex Bergantiños) pocos pueden decir que su entrenador no les dio la oportunidad. Otra cosa es que muy pocos, por no decir uno o dos, han sabido corresponder a la confianza del míster.
Por eso no deberíamos olvidar que el rendimiento de la mayoría de los futbolistas del Depor en todos estos meses es realmente para echarse a llorar. Echar un vistazo a las estadísticas, pérdidas de balones, despejes que acaban costando goles, fallos clamorosos en los marcajes y una larga lista más. Mejor no tirar de hemeroteca sobre las declaraciones y ver lo que se hace en el terreno de juego, así que harán bien que los componentes de la plantilla muestren su solidaridad con el técnico, porque la mayoría son tan culpables de los malos resultados como él. Incluso diría más. En vez de tanto hablar y lamentarse lo ideal sería apoyar a su jefe haciendo un mejor trabajo sobre el terreno de juego, compitiendo al máximo y dejarse la piel hasta el último minuto.
El sábado tienen una gran oportunidad ante el Leganés y demostrar que son capaces de salir de esta incómoda situación a la que llevaron al Deportivo, además de apoyar pero de verdad a su entrenador. ¡País!
