Por Riazor han de pasar, hasta que finalice el campeonato, Alavés, Atlético de Madrid, Betis, Barcelona, Celta, Granada, Málaga, Real Madrid, Espanyol y Las Palmas.
Teniendo en cuenta que escuadras como la blaugrana, atlética o blanca están por encima de la posibilidades del resto de clubes de la Liga, es evidente que hay que amarrar todos los puntos posibles en casa, sobre todo porque fuera el equipo no da el nivel que exhibe cuando juega al lado de su playa y de su mar.
Nos alertamos demasiado en ocasiones cuando hay mucho tiempo por delante hasta la conclusión de la competición, pero es absolutamente lógico. El deportivismo ha dado con sus huesos en Segunda hace no mucho y en el primero de los dos últimos descensos nadie contaba con un desenlace tan duro. Los aficionados tienen las 'orejas de punta' y están vigilantes ante los próximos compromisos de los blanquiazules en casa, pues es donde se ha de fraguar la permanencia.
Por eso, ante el envite de esta tarde, no se contempla otra cosa que no sea vencer al Alavés, sin duda el equipo revelación de la temporada, al que no se le ha ganado en tres encuentros, que eliminó al Depor de la Copa para ser el flamante finalista con el Barça y que mantiene una posición bastante desahogada en la tabla clasificatoria. Después de las últimas actuaciones de los de Garitano la grada necesita un triunfo como sea. A partir de ahora, en Riazor, todos son finales.
