La selección española masculina de waterpolo inició la defensa del título mundial con una victoria ante Serbia (14-16), en un partido que ofreció mejores sensaciones que las que destila el resultado final, puesto que a seis minutos para el final ganaba por 10-16.
Jugó el equipo de David Martín con mucha solvencia. Aprovechó el cañón que tiene en el brazo Álvaro Granados (5 goles) y la inteligencia y segunda juventud de Felipe Perrone que, con 37 años y 11 mundiales a sus espaldas, anotó otros cuatro para apuntarse la primera victoria.
Fue un partido en el que las diferencias las marcaron las paradas del meta Unai Aguirre, la asfixiante defensa de España y el aprovechamiento de las superioridades de los españoles que marcaron la mitad de sus goles (8/10) con uno de más.
Cuando mejor se sentía España, a seis minutos del final y con 10-16, Serbia arregló el partido con un parcial 14-16 e incluso tuvo una opción para acercarse aun más en el marcador, lo que motivó un tiempo muerto de David Martín.
El partido empezó con un 2-0 en contra y un parcial 2-7 para dejar el encuentro decidido a tres minutos para el descanso. Los balcánicos, un equipo en plena reconstrucción, tuvieron en Strahinja Rasovic (6 goles) y en Nikola Raksic (4) a sus mejores brazos, pero España siempre estaba un escalón por delante, en acierto, intensidad y en defensa.
Dos goles de Perrone en el inicio del tercer cuarto establecieron la diferencia en cinco tantos (5-10), pero reaccionaron los serbios hasta ponerse a tres (10-13), con ocho minutos para jugarse.
Un tanto de Martin Famera, otro de Perrone y uno más de Sanahuja invitaban a pensar que el partido ya se había cerrado (10-16), pero no fue así. Aguirre no estuvo tan acertado en el cuarto y los setbios descontaron con un parcial final de 4-0 (14-16).
Este miércoles España se medirá a Montenegro (6:30 CET) y una victoria les catapultaría directamente hasta los cuartos de final.
