Las siete medallas en natación artística, tres de ellas de oro, y la plaza olímpica de la joven Ana Carvajal en saltos, superan con creces las expectativas de la delegación española en la primera semana de competición en este Mundial de Fukuoka.
Para poner en valor los resultados, España se había colgado en toda la historia de los Mundiales 17 medallas de oro, y en una semana ha conquistado, tres, todas ellas en natación artística, donde el nuevo reglamento ha dado un vuelco a los resultados.
El ejercicio de uno de los campeones mundiales españoles, Dennis Gonzalez, se titulaba 'Golden Hour', y con esa composición se llevó el oro en el solo libre masculino. La elección del nombre ha sido premonitoria, porque después la realidad ha ampliado temporalmente el éxito: de una hora a una semana.
España ha conseguido los mejores resultados en la historia de la natación artística -antes sincronizada-. Ha sido una vuelta al pasado glorioso de aquel 'dream team', nacido en Barcelona 2003 y que apuró sus días también en Barcelona, una década después.
En 2013, España conquistó siete medallas, como en Fukuoka, pero de otros colores, tres de platas y cuatro de bronce. Claro que eran otros tiempos, evidentemente estaban las rusas en el concierto mundial, pero también existía otro reglamento.
Las puntuaciones hasta no hace tanto tenían un componente subjetivo. Ejecución + impresión artística. Ahora las penalizaciones 'base marks', cambian totalmente el panorama, te pueden llevar arriba o abajo en la clasificación, porque más allá de la ejecución y de la impresión artística está la dificultad y los errores. Una especie de VAR dirigido por controladoras que, una vez sumadas la ejecución y la impresión artística, afinan el resultado.
¿Qué hubiera pasado con la participación de Rusia? ¿Se hubieran acomodado al nuevo reglamento para dominar de la manera que lo hacían? ¿Por qué China, llamada a dominar la competición tras la ausencia de las rusas no lo ha hecho?
Todo son preguntas al aire. Los hechos son que con el nuevo reglamento, la ausencia de Rusia y, la aparición de los hombres en las pruebas, el panorama ha cambiado y, además, ha favorecido a España.
Si hay una competición diferencial dentro del programa de artística es la de rutina técnica por equipos. Es la prueba estrella y España, por primera vez en su historia, se la ha llevado.
Los otros dos oros han llegado gracias al talento de dos jóvenes nadadores: Fernando Díaz del Río (solo técnico) y Dennis González (solo libre).
Únicamente Japón está por encima en el medallero de la artística, también con siete (4-1-2), aunque con una medalla de oro más que España. China ha sido tercera con cinco medallas (3-1-1).
Quienes se irán de Fukuoka con más medallas son Dennis González e Iris Tió. El chico de Rubí ha añadió al oro en solo libre, la plata en el dúo técnico con Emma García y el bronce en el dúo libre con Mireia Hernández.
Iris Tió, "la mezcla perfecta entre Gemma Mengual, Andrea Fuentes y Ona Carbonell", como suele repetir la seleccionadora nacional, Mayuko Fujiki, formó parte del oro en el equipo técnico y se colgó dos bronces en los dúos con Alisa Ozhogina. Hacía diez años que España no subía al podio en dúos, la última vez lo hicieron Ona Carbonell y Margalida Crespí.
El equipo celebró los éxitos con una cena en un local italiano en Fukuoka, donde se conjuraron para el reto que viene: el Mundial de Doha -que se celebra en la primera quincena de febrero-, que debe abrir la puerta para los Juegos de París del próximo verano.
