Punto de oro para el Fabril ante el Guijuelo con un gol en el minuto 91

Punto de oro del Fabril con el 2-2 en la Ciudad Deportiva de Abegondo ante un Guijuelo que se adelantó hasta dos veces en el marcador. Los goles de Lache nada más empezar la segunda mitad y, sobre todo, el centro-chut de Marotías, que fue definitivo en el 91, permitieron al equipo de Óscar Gilsanz sumar un punto para tener tres puntos de ventaja sobre la posición de ‘playout’ a falta de tres jornadas para que termine la liga regular.

El Fabril fue dominador de la primera mitad pero se fue a los vestuarios perdiendo. El equipo de Óscar Gilsanz generó numerosas ocasiones de gol pero fue incapaz de ver puerta. En el minuto 7, un contragolpe conducido por Nájera provocó un tres contra uno. El riojano jugó a la izquierda para Kevin, que volvió a ceder para el centro para Diego Gómez. El ourensano, cayendo al suelo, cedió para Nájera, cuyo disparo, sin portero, sacó un defensa bajo palos.

El Guijuelo se adelantó en su primera acción de peligro. Pana se internó por el extremo izquierdo, se frenó al entrar en el área y soltó un derechazo al primer palo por alto que sorprendió a Brais Suárez.

Los blanquiazules dispusieron de otras dos claras antes del descanso. En el 36, Nájera voleó por poco por encima del travesaño. Dos minutos más tarde, fue el Kevin el que, con la zurda, estrelló en el esférico en el lateral de la red.

Rubén López entró al campo tras el descanso en lugar de Bala y a los cinco minutos empató el Fabril. Lache dobló por dentro a Alfaro, que le dejó un balón perfecto entre líneas. El lateral derecho sacó un potente derechazo desde la frontal del área ante el que Rabanillo nada pudo hacer.

El conjunto visitante volvió a ponerse en ventaja en el 75, cuando Toti cabeceó solo en el área pequeña, incluso agachándose, un córner lanzado desde la derecha.

Marotías, MVP

Marotías sacó sobre la misma línea de gol un remate de Willy Ibáñez en el 79 y en el 91 se convertiría en más héroe todavía. Sacó de banda cerca del área, en el perfil derecho y después de haber ejecutado un córner. La pelota le volvió a y centró con la izquierda. El balón se fue cerrando hacia la portería sin que nadie lo rematase ni lo despejase y acabó entrando tras golpear en el interior del poste.