El Liceo sobrevive a la batalla con el Voltregà y jugará su decimoctava final de Copa (1-2)
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El Liceo sobrevive a la batalla con el Voltregà y jugará su decimoctava final de Copa (1-2)

El Liceo sobrevive a la batalla con el Voltregà y jugará su decimoctava final de Copa (1-2)
Los liceístas se conjuran antes del partido justo delante de la ruidosa afición del Voltregà | Luis Velasco/RFEP

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En el Liceo no hay años de transición. Nueve meses después de conquistar la OK Liga y con siete bajas en la plantilla campeona, un éxodo sin precedentes, el equipo coruñés volverá a jugar una final. Será la decimoctava en la Copa del Rey para el club coruñés, la cuarta en las últimas cinco ediciones. En la penúltima ronda se deshizo de un combativo Voltregà (1-2) y su rival por el undécimo título del KO será el Barça en un nuevo Clásico, solo siete días después de la derrota en el Palau. 

 

Si el jueves sacó el rodillo en los cuartos de final ante el Calafell (7-2), en el tercer día del torneo se puso el mono de trabajo. No fue un partido brillante, al Liceo le costó encontrar los espacios y el Voltregà nunca se dio por vencido. Ni siquiera tras dos acciones en minutos consecutivos: la discutible expulsión de Aleix Molas y un autogol del exlíceista Jordi Burgaya.

 

Se levantaron los catalanes, empujados por la ruidosa peña 'Sac i gantxo', y empataron antes del descanso con un tanto de penalti, obra de Gerard Teixidó, héroe de su equipo en la remontada contra el Noia (2-3) y referencia absoluta en el juego ofensivo blanquiazul. Cosas del destino, el tanto de la victoria fue de Àlex Rodríguez, un santhipolitenc de cuna que ya es un coruñés más.

 

Tensión y contención

 

El Liceo, de negro en su segundo partido sobre el terrazo del Pavelló Joan Ortoll, repitió cinco inicial, pero Juan Copa sí realizó un cambio en la rotación: Fabri Ciocale, ausente en los cuartos de final, sustituyó a Sito Ricart en el banquillo.

 

Los primeros minutos fueron de contención. Con una final en juego, los dos equipos no quisieron arriesgar de salida. Amenazó Burgaya, muy activo en su reencuentro con el Liceo, pero sin éxito en la definición. En el área del Voltregà la tuvo Bruno Di Benedetto, pero no encontró el hueco ante el portero Miquel Estrada.

 

El partido se enrareció con la tarjeta roja directa para Molas, que golpeó a César Carballeira con el stick y por la espalda, una acción muy protestada por los locales. No hay duda con el gesto, claramente punible, quizá sí con el castigo: la azul hubiera sido suficiente.

 

Gol en superioridad

 

No aprovechó la falta directa Àlex Rodríguez (0 de 2 en el torneo) y tampoco el rechace, pero sí que sacaron partido los coruñeses de la superioridad númerica. Y en un envío de Arnau Canal desde la esquina del área, Burgaya despejó en su propia portería (0-1, min.13) cuando Dava Torres ya tenía la caña preparada.

 

El gol actuó como resorte para el Voltregà, cómodo en un partido cerrado e intenso, a la espera de su ocasión. La tuvo Teixidó tras una pérdida de Ciocale en su propia pista, pero el poste repelió su remate. A la segunda, un penalti de Bruno, no falló el ‘21’, que encendió a los ‘Sac i gantxo’, pero el Liceo resistió férreo hasta el descanso.

 

La segunda mitad empezó de cara para el equipo verdiblanco, con un penalti a su favor, pero César estrelló el disparo en el poste y en el rebote tampoco superó a un inspirado Estrada. El 1-1 duró poco en el marcador, lo que tardó Àlex en firmar el 1-2 con un palazo a ras de pista que se coló entre las guardas del portero local.

 

El muro Serra

 

Caer y levantarse. Así es el Voltregà, que tuvo el 2-2 en el stick de Teixidò, ¿quién sino? Fue también desde el punto de penalti tras una caída de Bruno sobre el propio ‘21’ local, pero Serra se engrandeció bajo palos en el disparo y su posterior rechace.

 

No decayeron los blanquiazules, pero aguantó el Liceo con inteligencia y carácter, dos rasgos básicos en su ADN de campeón. Mención especial para Pol Manrubia, que en los últimos minutos asumió la responsabilidad, rompiendo líneas con su excelso patinaje, y rozó el 1-3 con un disparo al larguero.

 

No le hizo falta a los verdiblancos, que resistieron el último empujón rival, un pase de la muerte de Lluc Sitja que no cazó Teixidò. El Liceo ya está en otra final. No se había ido. Siempre está ahí.

 

Voltregà 1 - 2 Liceo

Club Patí Voltregà: Miquel Estrada; Eric Vargas, Jordi Burgaya, Aleix Molas, Gerard Teixidó -cinco inicial- Lluc Sitja, Dídac Alonso, Xavier Armengol, Humbert Serra.
Deportivo Liceo: Martí Serra; Bruno Di Benedetto, César Carballeira, Dava Torres, Àlex Rodríguez -cinco inicial- Pol Manrubia, Fabri Ciocale, Arnau Canal.
Goles: 0-1, min.13: Jordi Burgaya, en propia meta. 1-1, min.20: Gerard Teixidó, de penalti. 1-2, min.32: Àlex Rodríguez.
Árbitros: Sergi Mayor y Albert Barba. Expulsaron con roja directa al local Aleix Molas (min.12), del Voltregà.
Incidencias: Primer partido de semifinales de la Copa del Rey disputado en el Pavelló Joan Ortoll ante unos 700 espectadores.

El Liceo sobrevive a la batalla con el Voltregà y jugará su decimoctava final de Copa (1-2)

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