El Liceo, a un paso de la hazaña (2-0)

Con la ilusión por la nubes y con la confianza de haber logrado su mejor clasificación en la OK Liga Iberdrola –quintas–, se plantaba el Liceo en Calafell.

Enfrente estaba su bestia negra, el Palau de Plegamans, que buscaba el único título que le falta, la Copa de la Reina. El cuadro catalán, a pesar de llegar con el bajón anímico por quedar fuera de la Champions, salieron a darlo todo desde el inicio. Primero a través de Aina Florenza, con un disparo que detuvo Viki Caretta, y luego otro de Carla Fontdegloria que se iba a la madera.

El Liceo, que estaba siendo acosado, no parecía notar la presión y buscaba algún resquicio para anotar a la contra gracias al trío formado por Bea Gaete, María Sanjurjo y Alba Garrote. Pero, ellas tampoco eran capaces de encontrar el camino del gol.

Conforme pasaban los minutos, el partido se iba tranquilizando hasta que, cuando quedaban dos minutos para el final de la primera mitad, volvieron las ocasiones, dos para cada lado que se saldaron con el mismo resultado, fallidas debido a las intervenciones de las guardametas: Laura Vicente y Viki Caretta. 

A la vuelta de los vestuarios, el plan de las de Stanis García era el mismo, aguantar e intentar aprovechar alguna ocasión. Y de hecho, estuvieron a punto de hacerlo, con un penalti a favor. Pero, la fortuna no acompañó y Alba Garrote lo fallaría igual que los dos rechaces.

Los nervios

Con todo, el Palau se iba poniendo más nervioso y eso hizo que los últimos minutos fuesen muy trabados, que desencadenarían en una prórroga.

En ella, el Liceo se mostró superior, teniendo una gran ocasión Alba pero se topó con Laura Vicente. Un par de jugadas después, nada más empezar la segunda parte, las verdiblancas cometerían su décima falta, lo que suponía una directa, que Florenza no fallaría. 

Ese gol hizo mucho daño. Aún así, el Liceo intentaría la remontada en el poco tiempo que quedaba pero se toparía con otro gol, en esta ocasión de Puigdueta, que sentenciaba el partido y las posibilidades de dar la sorpresa y superar al Palau, su bestia negra.