O Gran Camiño: Vingegaard no deja ni las migajas en Ribadavia
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O Gran Camiño: Vingegaard no deja ni las migajas en Ribadavia

O Gran Camiño: Vingegaard no deja ni las migajas en Ribadavia
Sólo Pablo Castrillo, último superviviente de la fuga, aguantó unos kilómetros el ritmo del líder | SprintCycling

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“Parece un chaval de 15 años, qué poca cosa”, comentaban un par de periodistas tras la rueda de prensa en A Coruña. De estatura media (1.75m) y una delgadez extrema (60kg), Jonas Vingegaard (Visma) podría pasar por un adolescente al que le robaron el bocata en la hora del patio. Cuando se monta en la bici, no deja ni las migajas. Es un caníbal. 

 

El doble ganador del Tour ha hecho de O Gran Camiño su carrera, un banco de pruebas donde exprimir todo su potencial. Domina los tiempos, como y cuando quiere. Salvo en la primera etapa de la pasada edición, cancelada por la nieve, y el Camiño da Coruña, la crono inaugural del pasado jueves que se tomó con calma por la anulación de los tiempos para la general, Vingegaard sólo sabe ganar.

 

En 2023 se apuntó tres victorias y la general. Este año ya suma dos. A la exhibición del viernes en el Camiño de Lugo hacia Chantada añadió otra más en el Camiño de Ourense, con final en Ribadavia. En el Alto de Couso, un 3ª sin demasiada dureza (4.5km al 5.7% de pendiente media), arrancó la moto y nadie pudo seguirle. Sólo le aguantó unos kilómetros a rueda Pablo Castrillo (Kern Pharma), último superviviente de la fuga del día, que acabó torturado y tuvo que ceder en el descenso.

 

Vingegaard, que en la primera subida del día (Alto de Estivadas, 3ª con 3.7km al 4.6%) ya puso en jaque al pelotón, harto de tantos ataques, es el abusón de O Gran Camiño, un abusón con cara de niño que no ha roto un plato. Llegó en solitario a Ribadavia con medio minuto de ventaja sobre el pelotón, comandado por el gallego Carlos Canal (Movistar) protagonista en la salida desde su pueblo, Xinzo de Limia. Soñaba con la victoria, pero ya tenía nombre.

 

O Gran Camiño es la carrera de Vingegaard, que ya manda con 1:13 sobre Egan Bernal (Ineos) en la general. Todo lo que no sea otro triunfo del danés en el definitivo Camiño de Pontevedra sería una sorpresa. La cuarta y última etapa, jornada reina en esta tercera edición, es la que mejor se adapta a las características del escalador danés: 162.2 kilómetros entre Ponteareas y Tui con 3.421 metros de desnivel positivo, un recorrido marcado por el doble ascenso final al Monte Aloia (7km al 8%).

 

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