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13 enero 2018 Baloncesto Basquet Coruña - Iraurgi Saski Baloia: 79-59

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El Basquet Coruña logró ante un muy flojo Iraurgi una cómoda victoria, la segunda consecutiva, novena del curso, con lo que nivela su balance y le devuelve a plaza de playoffs.


Los pupilos de Gustavo Aranzana arrancaron con mucho ritmo y más puntería. Alternando los tiros exteriores con los balones al poste bajo, el Coruña abrió hueco pronto (10-3). Pero la dinámica cambió de forma inesperada. Flis cometió su segunda falta y se fue al banquillo sin siquiera haber tirado. Y la ‘marea naranja’ se congeló.


Sin el ruso en pista, Bulic vio el cielo abierto, con la colaboración de la laxa defensa de un Chuku a tono con el ambiente gélido del Palacio. El ‘4’ balcánico reflotó a su equipo con ocho puntos consecutivos (12-11)


El inicio del segundo cuarto tuvo un apellido: Sonseca. El madrileño supo aprovechar su.Y el final, otro: Olmos. Los dos ‘centers’ locales exhibieron su superioridad sobre los interiores visitantes. El madrileño puso 6 tantos al 9-1 que reabrió hueco (23-14). Y el alicantino aportó otra media docena en el tramo final que dio al Coruña una máxima renta de 11 tantos (32-21). 

Zach desencadenado
Con capicúa (32-23) comenzó el tercer acto. Y con fuego cruzado: cuatro triples –dos por bando– en la cuatro primeras posesiones. Y con otro apellido: Monaghan. Fiel a sus costumbres –de la presente temporada– el prestidigitador de Illinois soltó amarras tras el descanso. Y con 8 puntos casi seguidos puso al Basquet Coruña en la rampa de despegue (47-33).


Aranzana dio un merecido descanso a su director de juego, que a su entregó el testigo a dos que, sorprendentemente, no habían anotado: Flis y Cooney. Entre el ruso y el estadounidense dispararon la renta a la doble decena (59-39), al tiempo que la defensa naranja rozaba la perfección en toda la cancha.


Otro acierto de Cooney abrió la mayor brecha (65-41) a poco de arrancar el último pero nada definitivo periodo. De ahí al bocinazo final, poco más que contar, salvo que Riazor volvió a ver sobre el parquet a Pablo Ferreiro, que otro que no había visto aro, Chuku, también se sumó a la fiesta, y que la relajación defensiva de la ‘marea naranja’ permitió al conjunto vasco aplicar una finísima capa de maquillaje al marcador. l

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