Las cinco claves de la trigésimo tercera jornada de LaLiga Santander:
1. El Camp Nou ya entona el campeones
Ya pone fecha en el calendario el Barcelona para ser campeón de forma matemática de LaLiga Santander. En el derbi catalán ante el Espanyol de la próxima jornada ya podría serlo tras un nuevo triunfo por 1-0, el undécimo del curso, igualando un registro histórico de LaLiga. Le ha cogido el gusto el equipo de Xavi Hernández, que le costó más de la cuenta derribar a un Osasuna con rotaciones por la histórica final de Copa del Rey y en inferioridad numérica desde que en el minuto 27 fue expulsado por roja directa su canterano Jorge Herrando. El triunfo dejó el tanto reivindicativo con el que derribó el muro de un jugador como Jordi Alba, que pelea por cada minuto que recibe de Xavi, tras perder su rol de titular en el lateral izquierdo. Mientras, en las gradas del Camp Nou, ya se entona con orgullo el "campeones, campeones". Los tiempos de zozobra quedan en el olvido.
2. La segunda plaza se tiñe de rojiblanco
Pocos lo habían pensado cuando la desventaja del Atlético de Madrid llegó a ser de trece puntos respecto al Real Madrid. Un equipo que pronto dejó de pelear por el título, condicionado por la situación contractual del que a día de hoy es referente absoluto tanto para su club como para LaLiga, Antoine Griezmann.
Desde que se desbloqueó su situación y los de Diego Simeone perdieron posibilidades en todos los torneos que disputaban, competir sin presión les ha llevado a su mejor identidad con un rendimiento impecable. No hay equipo con mejores números en 2023, ni que golee tanto como el Atlético de Madrid. El Cádiz fue su última víctima. Una nueva goleada y asalto a la segunda plaza, con el objetivo de puesto de la Liga de Campeones ya certificado. "En algún momento muchos dejaron de creer en lo que hacíamos", dijo Simeone en una clara reivindicación de su labor.
3. La Real saborea la 'Champions'
Cada jornada más cerca, con una nueva diferencia de siete puntos respecto a un Villarreal que empató en Mestalla tras el triunfo sin apelativos ante el Real Madrid. La Real Sociedad y San Sebastián ven de cerca el sueño. Sacaron partido de la dejadez madridista en un final de Liga para el olvido, con cabreo de Carlo Ancelotti con sus jugadores por la falta de espíritu competitivo en una segunda mitad en el Reale Arena en la que tiraron todo por tierra.
La mente de los madridistas está en la final de la Copa del Rey y en las semifinales de la Liga de Campeones ante el Manchester City. La considerada por todos como final adelantada de la 'Champions' con menos de tres día de diferencia a la gran cita copera, invitó a Ancelotti a no forzar jugadores y a los que saltaron al campo a pagar cara la especulación. Confía la plantilla blanca en activar el interruptor en los partidos clave para acabar la temporada con títulos grandes. Tras el sonrojante capítulo de Girona llegó una derrota, 2-0, ante la Real Sociedad que hace igualar los peores números de derrotas en un curso con Ancelotti al mando.
4. Bordalás firma la primera
No le sirve al Getafe para salir del descenso pero sí para abandonar la UVI y pasar a planta con otras sensaciones en el cuerpo. Con los mismos puntos que el Valencia y obligado a ganar antes de visitar el Santiago Bernabéu, donde el Real Madrid muestra el orgullo que olvida de visitante, respondió con el toque inconfundible de Bordalás. Su continuidad en Primera pasará por superar de local a un Elche ya descendido y a Osasuna, viéndose casi obligado a rascar algo de la visita al Betis si no quiere protagonizar un final dramático en Pucela ante el Real Valladolid.
Por eso, el encuentro ante el Celta de Vigo era una final en el Coliseum que ganó con el sello de su nuevo entrenador. Gran conocedor de la casa tiró Bordalás de su vieja guardia, apostando por jugadores que no jugaban, con el viento a favor por un penalti en los primeros segundos del partido pero el cambio en la actitud del equipo con mayor resilencia. La grada pasó de corear el 'Quique vete ya' a cantar "Bordalás te quiero'. La realidad es que solo fue el primer paso de varios que necesita para salir del abismo.
5. La debilidad defensiva del Espanyol
La alegría de un Sevilla que certificó la permanencia tras una reacción con la llegada de Mendilibar al banquillo, contrastó con la situación crítica en la que queda un Espanyol que se desmorona desde su debilidad defensiva. Hizo lo más difícil el equipo de Luis García, levantarse con carácter al golpe del primer gol, remontar y llegar al descanso con ventaja al marcador con un gol para enmarcar de Puado.
De golpe se desplomó un equipo con mandíbula de cristal. Un penalti absurdo, un despiste defensivo, una nueva remontada para quedar en situación de máximo peligro. 56 goles encajados en 33 jornadas. Una sangría que le condena al descenso doloroso a Segunda, con el peor calendario posible entre los equipos de la zona baja y con ya cuatro puntos de distancia a la salvación. Le espera el Barcelona, Atlético de Madrid y Almería de local más las salidas a Vallecas y Mestalla. Todo son finales para evitar un desenlace temido.
