Tras el entrenamiento, Pepe Mel ha comparecido ante los medios de comunicación en la previa del partido ante el Osasuna en donde el equipo puede certificar la permanencia aunque la tiene a tiro de piedra. Pero también será un partido para recuperar sensaciones y acabar bien la temporada.
El entrenador entiende que las ligas "son como son, los puntos son como son, no los marcas tu". Y que si los rivales no ganan "eso facilita las cosas, es obvio", apunta. Bien es cierto que los rivales por abajo están fallando y eso conlleva un balón de oxígeno para el equipo blanquiazul.
Pero los puntos y las posiciones fluctúan demasiado. "Ayer estábamos a cinco puntos de la salvación, hoy a dos sin ni siquiera jugar, pero cuando uno es profesional tiene que ser autoexigente, mirar para dentro, exigirse más", comenta.
En cuanto a la recuperación de los 'tocados', "el más dudoso era Carles por eso estuvimos esperando por Edu hasta última hora".
Sobre el partido, el madrileño comenta que "en primer lugar,nos jugamos la salvación, que es lo más importante, y luego la autoestima, la sensación de ser buenos profesionales, que le debemos muchas al deportivismo, que la gente nos exige con razón, de poder encarar los dos siguientes partidos en casa de otra forma, pensando en el futuro, en que la gente lo vea tranquilo, pero sobre todo la deuda que tenemos con la afición, que da todo lo que puede y a la que no se le puede exigir más, somos nosotros los que estamos en deuda permanente", lamenta.
Ante la Real y ante el Madrid no se dio "el nivel que yo esperaba. Los preparadores físicos dicen que necesitan un trabajo diferente", anuncia.
La imagen del vestuario se daña si no se gana y hay que ganar porque "estamos todos metidos en la misma mierda y no quiero que me quieran mucho y que no ganen", concluye.
