Independientemente de la calidad del espectáculo televisivo (que no siempre es buena), el espectador más o menos objetivo podrá deducir que existe una cierta saturación de competiciones en la mayoría de los deportes más seguidos en nuestro país. Hemos pasado de recibir habas contadas a hacerlo en abundancia (eso sí, pagando en la mayoría de los casos), de ahí que haya unas cuantas deserciones a la hora de mostrar fidelidad a determinadas competiciones, por lo menos durante algunas fases de su desarrollo.
En la oferta al gran público, Televisión Española es la que más posibilidades tiene y la que menos pone encima de la mesa, quizá por una vez afortunadamente en algunos sentidos. “La mejor televisión de España”, como decía José María García cuando solamente había dos canales, se ha descolgado de buena parte de los acontecimientos deportivos de primer orden, los de verdadero interés. Las pujas están muy altas y no se quiere arriesgar dinero para que el resultado sea distinto a lo que se espera. Y las cadenas privadas sólo arriesgan cuando ven negocio seguro, por eso emiten sólo un deporte de primera línea: el fútbol, que es el único que garantiza beneficios fijos. El resto de las especialidades están prácticamente ausentes de su programación y parece que seguirán durante mucho tiempo. A menor escala tenemos, por ejemplo, a la Televisión de Galicia. La existencia de su segundo canal le permite emitir gran cantidad de partidos de fútbol, con calidades de todo tipo, mientras va incorporando transmisiones de otros deportes en los que hay algún equipo gallego en juego. Eso pasa últimamente con el balonmano y con el baloncesto, si bien en algunos casos con las limitaciones que ofrecen ciertos convenios nacionales y las pobres audiencias que registran porque otros deportes no interesan.
Y, con todo esto, ¿qué queremos decir? Pues que la audiencia deportiva está diversificando sus gustos y, en algunos casos, está desertando de determinados espectáculos. Para el seguidor intenso de ciertas competiciones, el pago soluciona el problema, pero no todos pueden permitirse esa solución.
A propósito de esto que comentamos, nos gustaría conocer las cifras de esa plataforma que emite los partidos del Deportivo. Televisión de Galicia manifestó que los dueños de los derechos se habían subido a la parra a la hora de negociar y que renunciaban a cualquier acuerdo.
Ellos no contestaron porque, seguramente, trataron de aprovecharse de la situación dado que el club coruñés era el que más tirón económico tenía. Y así seguimos, aunque creo que sobreviviremos...
