El Leyma Basquet Coruña se medirá mañana a un equipo histórico en el baloncesto español, el Peñas Huesca, que, sin embargo, atraviesa por un mal momento, al menos en el plano deportivo: cinco derrotas en otras tantas jornadas.
El club aragonés echó a andar en 1977, y solo seis años después había pasado de la cuarta categoría nacional a la liga ACB, donde su primera experiencia, en la temporada 1983/1984, acabó en descenso. Regresó en la 85/86 y se mantuvo en la élite hasta la 95/96, cuando los problemas económicos obligaron a la directiva a vender la plaza.
Tal fue la crisis que, tras un curso en la LEB, en la 97/98 solo compitió en categorías de base. Las siete campañas siguientes las pasó en la EBA, de donde en la 05/06 saltó a la LEB Plata. Y cinco años más tarde aterrizaba en Oro, donde en la 21/22 cumple su decimosegundo ejercicio consecutivo.
Glorias paralelas
El mejor de ellos, curiosamente corrió paralelo al mejor –hasta entonces– del Basquet Coruña. Fue el 2015/2016, cuando el Peñas llegó a la final de los playoffs, en la que cayó por 0-3 contra el Melilla, equipo ante el que la ‘marea naranja’ sucumbió en semifinales... después de desperdiciar la ocasión de sentenciar la serie en el cuarto partido, disputado en Riazor.
Desde entonces, el Leyma ha trazado una línea ascendente y el Huesca ha seguido el camino inverso. En la 16/17, –con solo un jugador de la plantilla anterior– acabó antepenúltimo; en la 17/18, un solo triunfo por delante de los tres últimos: en la 18/19, a una victoria de los playoffs; en la 19/20, estaba un triunfo por encima de los puestos de descenso cuando la pandemia paró definitivamente la competición. El pasado ejercicio, fue penúltimo del grupo B de la primera fase y tercero del grupo Oro Permanencia.
Su situación en la presente campaña tiene varias explicaciones posibles. Cuatro de los jugadores de la plantilla son jóvenes cedidos por el Zaragoza, y Rafa Casanova, tercer anotador de la plantilla, procede del Ponferrada (Plata). Trazos de una plantilla débil y bisoña.
Además, los refuerzos extranjeros, Maverick Rowan –su máximo anotador–, Keith Omoerah, Aleksandar Andrejevic, Gracin Bakumanya y Micaiah Henry son debutantes en España. Solo Devon van Oostrum, que regresó al club oscense tras cinco años, tenía experiencia en nuestro país.
Todo ello ha derivado, además de en cinco derrotas en cinco jornadas, en la peor defensa, de largo, de la competición. La segunda más floja es la del Força Lleida, que encaja más de cuatro tantos menos de media por encuentro.
A años luz están ya los tiempos de gloria en la ACB, con jugadores de la calidad de Brian Jackson, Granger Hall, Alphonso Ford –tres veces máximo anotador Euroliga–, Santi Aldama (padre), Charlie López Rodríguez, Larry Micheaux, Lucio Angulo, Alberto Alocén (padre de Carlos), Wallace Bryant, Jimmy Wright o Dyron Nix.
Un poco más cerca, pero igualmente lejana, queda la temporada 15/16, con Aegir Steirnasson (hoy en Gipuzkoa), Joan Pardina (Granada), Christian Rodríguez (Granada), Goran Huskic (8 años en la ACB), Lluis Costa (Granada) y Tadas Sedekerskis (Baskonia). Ahora rema contra la corriente.
